El enviado especial de EE.UU. para Irán, Brian Hook, aseguró este miércoles que cualquier ataque iraní contra su país o sus aliados "será enfrentado con fuerza", según informa Reuters.
En una entrevista telefónica con periodistas, el alto funcionario recalcó que Washington "no quiere una guerra" con Teherán, pero seguirá ejerciendo su "máxima presión" hasta que la nación persa "cambie su comportamiento".
Sin entrar en detalles, Hook comentó que la política exterior iraní es un área que podría ser cambiada y afirmó que la rebaja de algunos de los compromisos adquiridos por Teherán bajo el acuerdo nuclear de 2015 se realizó en contra de las normas internacionales.
En esta misma jornada, el presidente de la República Islámica, Hasán Rohaní, afirmó que su país dejará de cumplir con dos puntos del Plan de Acción Integral Conjunto y Completo (JCPOA, por sus siglas en inglés). En concreto, Teherán no venderá por un plazo de 60 días uranio enriquecido ni agua pesada.
Rohaní advirtió además que dentro dentro de ese plazo Irán seguirá reduciendo el cumplimiento del acuerdo nuclear si los restantes miembros del pacto JCPOA no cumplen con sus compromisos durante dicho período; específicamente, los relacionados al sistema bancario y al comercio petrolero.