El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha advertido este lunes a Irán contra la adopción de cualquier tipo de acciones contra Washington, lo que supondría "un gran error".
"Veremos qué pasa con Irán. Si hacen algo, será un error muy grave", aseguró el mandatario a la prensa en la Casa Blanca. "Si hacen algo, sufrirán mucho", agregó.
Cuando se le pidió que aclarara a qué se refería exactamente, Trump respondió: "Puede imaginarlo usted mismo. Ellos saben lo que quiero decir con eso".
Los comentarios del presidente estadounidense llegan después de que Arabia Saudita denunciara que un "acto de sabotaje" cometido el pasado domingo cerca de las costas de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) causara daños significaticos a dos petroleros de su país. Previamente, el Ministerio de Exteriores de los EAU señaló que el mismo día cuatro buques comerciales fueron objeto de "operaciones de sabotaje" cerca de las aguas territoriales del país, sin precisar la naturaleza del sabotaje ni la procedencia de los barcos.
El incidente ocurrió cerca de uno de los centros de abastecimiento de combustible más grandes del mundo, el emirato de Fujairah, situado a las afueras del estrecho de Ormuz. Este estrecho es una ruta global de transporte de petróleo y gas que separa a los estados del Golfo e Irán.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán ha recalcado el impacto negativo que tiene el 'acto de sabotaje' perpetrado en el puerto de Fuyaira para la navegación y la seguridad marítima de la región. Se trata de un "momento preocupante y desafortunado" para las embarcaciones que se desplazan por el mar de Omán, ha declarado este lunes el portavoz ministerial Sayed Abbas Musavi, que ha advertido contra "cualquier acto malicioso" de parte de quienes "conspiran para socavar la estabilidad y la seguridad en la región", al tiempo que ha pedido a los países de la zona que "permanezcan en alerta ante cualquier aventurerismo de agentes extranjeros".
Las fuerzas desplegadas en Oriente Medio por EE.UU.
El 5 de mayo, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., John Bolton, anunció el despliegue en Oriente Medio del grupo de combate del portaviones USS Abraham Lincoln, así como el de un grupo operativo de bombarderos B-52 para mostrar a Irán que "cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable".
El 10 de mayo, el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, aprobó el despliegue en Oriente Medio de una batería del sistema de defensa aérea estadounidense Patriot y del buque de transporte anfibio USS Arlington. Estas fuerzas adicionales se unirán a las que antes fueron enviadas a la zona "en respuesta a los indicios de una incrementada disposición iraní a llevar a cabo operaciones ofensivas contra las fuerzas de EE.UU. y sus intereses".
Respuesta de Irán
Este domingo, Amirali Hajizadeh, el jefe de la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, señaló que la presencia militar de EE.UU. en la región no es una "amenaza", sino una "oportunidad". "Si [los estadounidenses] hacen un movimiento, les golpearemos en la cabeza", advirtió Hajizadeh.
Por su parte, el comandante de la Guardia, Hossein Salami, dijo en una sesión parlamentaria este domingo que Washington ha iniciado una guerra psicológica. El general mayor Salami destacó que la vulnerabilidad de los portaaviones estadounidenses evitará que el país norteamericano se arriesgue a tomar medidas militares contra Irán.
Este 10 de mayo, el jefe adjunto de asuntos políticos de la Guardia Revolucionaria dijo que Washington "no se atreverá a lanzar una acción militar" contra Irán y aseguró que su país no va a sostener conversaciones con los estadounidenses. Según sus palabras, Teherán "ve a EE.UU. como poco confiable".