El representante del diputado Juan Guaidó en EE.UU., Carlos Vecchio, publicó en su cuenta de Twitter una carta dirigida al jefe del Comando Sur, Craig S. Faller, en la que le solicita una reunión "para avanzar en la planificación estratégica y operativa" con la finalidad de "detener el sufrimiento del pueblo y restaurar la democracia".
Vecchio confirma en el documento su disposición "para comenzar las conversaciones respectivas a la cooperación que ha sido ofrecida por su comando".
Al respecto, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, calificó este lunes la petición como un "adefesio" de "uno de los golpistas que se alberga en Washington" que pide "la intervención militar de Venezuela" para "crear zozobra y desestabilización" y "coordinar acciones para bloqueo financiero, económico y comercial" con "un grupo de golpistas".
El político opositor, prófugo de la Justicia venezolana, fue designado por Guaidó como "embajador de Venezuela en EE.UU.", a pesar de que el país suramericano rompió relaciones diplomáticas con Washington en enero pasado, tras su reconocimiento del diputado como "presidente encargado".
Vecchio ha liderado las acciones de presión de un grupo de opositores que se han mantenido a las afueras de la Embajada de Venezuela en EE.UU., con el propósito de forzar la salida de varios activistas estadounidenses que han decidido permanecer allí desde marzo pasado para resguardarla. Hasta ahora, les han cortado la energía eléctrica, el suministro de agua y les han impedido el ingreso de alimentos y medicinas.
Petición de Guaidó
El pasado sábado, en un acto público con sus seguidores, el diputado anunció que había "instruido a su embajador" para que se reuniera con el Comando Sur, con el objetivo de "establecer una relación directa" y "atender la emergencia humanitaria compleja".
En su discurso, el parlamentario hizo referencia al tuit de Faller, quien expresó que cuando Guaidó "y el Gobierno legítimo" lo invitaran, hablaría sobre su apoyo "a los líderes" de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) "que tomen la decisión correcta, que respeten a los venezolanos primero y que restauren el orden constitucional", una semana después del fallido golpe de Estado que sacó de su arresto domiciliario al dirigente opositor Leopoldo López y donde participó un grupo de militares y policías insurrectos.
Al respecto, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, dijo que lo afirmado por el jefe del Comando Sur era una "confesión" de la participación de EE.UU. en el "golpe de Estado fascista en Venezuela". "El intervencionismo militarista de Washington en su máxima expresión", agregó.
Faller anteriormente había expresado durante una conferencia regional de seguridad en Tegucigalpa, capital de Honduras: "Todos somos testigos de la lucha venezolana, la lucha entre un líder legítimo y uno criminal e ilegítimo", al referirse a Guaidó y al presidente Nicolás Maduro.
En un comunicado en respuesta, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, pidió no subestimar a la FANB y catalogó esta afirmación como parte del "chantaje, la manipulación y la intimidación" de los "agentes imperiales y sus títeres", con referencia a los reiterados llamados, por parte de altos funcionarios estadounidenses, incluido el presidente Donald Trump, para que los militares venezolanos desconozcan a Maduro y "ayuden a la transición".
Otras acciones del Comando Sur
Días antes, el Comando Sur dio a conocer que el buque hospital 'USNS Comfort', perteneciente a la Armada estadounidense, saldrá el próximo junio de la base Naval Norfolk con destino al Caribe, Centroamérica y Suramérica para "ayudar a aliviar la presión" generada por la llegada de "migrantes venezolanos que escapan de la crisis", según el comunicado.
El Gobierno venezolano, tras un acuerdo con la Cruz Roja Internacional, recibió un primer cargamento de insumos médicos. Además, China, Cuba, Rusia y organismos como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) han enviado unas 1.000 toneladas de insumos al país suramericano.
El pasado 7 de febrero, Faller manifestó ante el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense que ese país consideraba entre las "amenazas" para la región a Rusia, China, Irán y a "sus aliados autoritarios" en Cuba,
Nicaragua y Venezuela.