El presidente de EE.UU., Donald Trump, no quiere empezar una guerra con Irán, según lo declaró este miércoles a su secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, durante una reunión informativa en la Casa Blanca centrada en la creciente tensión con Irán, según informa The New York Times que cita funcionarios no identificados de la Administración.
La tensión no ha dejado de crecer en la región desde que Estados Unidos decidiera reforzar su contingente militar en el Golfo Pérsico con el grupo de combate del portaviones USS Abraham Lincoln y con un grupo operativo de bombarderos, en respuesta a lo que la Casa Blanca ha calificado de "amenaza creíble" contra los intereses estadounidenses y de sus aliados proveniente de Irán.
EE.UU. no quiere una guerra, pero se reserva el derecho de rodear a Irán con buques de guerra y bombarderos en caso de que Teherán tome "una mala decisión" que no se ajuste a los intereses de Washington, dijo la semana pasada el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en una entrevista con la cadena CNBC.
El diplomático indicó que el país norteamericano está preparando sus herramientas militares y diplomáticas para que el presidente Donald Trump tenga "una opción establecida en caso de que los iraníes tomen una mala decisión".
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, declaró este miércoles que las acciones de EE.UU. en contra de la República Islámica y su programa nuclear van en línea con la historia de belicismo de la nación norteamericana.
"La República Islámica siempre ha preferido el diálogo con la comunidad internacional, y nosotros siempre hemos dialogado y resuelto los problemas a través del diálogo", recordó Zarif. "Nosotros estamos ubicados en nuestra propia región. La última vez que verifiqué el nombre de este golfo continuaba siendo el golfo Pérsico, no el golfo de México. Los que crean problemas en esta región son los estadounidenses", añadió el canciller iraní.