El jefe del equipo de abogados que defiende al periodista australiano Julian Assange, Baltasar Garzón, ha afirmado que "las autoridades ecuatorianas y británicas mintieron al decir que no había nada" contra el fundador de WikiLeaks cuando dieron por finalizado su asilo en la Embajada ecuatoriana en Londres, puesto que existía una orden de detención emitida en diciembre de 2017, fruto de la cual hace unas semanas se inició un expediente de extradición.
En declaraciones a los medios en Alicante (España), donde se encontraba para presentar su candidatura al Parlamento Europeo por el partido Actúa, el exmagistrado español ha anunciado que la defensa de Assange está planteando "cuestiones en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos".
En este sentido, Garzón ha criticado duramente que no se haya "garantizado el principio de no devolución" y que Ecuador esté cooperando "con el agente de persecución, que es EE.UU., facilitándole datos, pruebas, documentos, lo que altera sustancialmente la propia institución del asilo que se dio" durante casi siete años, desde que el periodista entrara en la Embajada en junio de 2012 y se le concediera el estatus de asilado tan solo dos meses después.
También ha sostenido que se puso fin al asilo "arbitrariamente" y que las razones que se han esgrimido hasta ahora para justificarlo "no responden a la realidad", al igual que opinan el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Relator de Privacidad de la Tortura: "Todos nos han dado la razón en que la situación es arbitraria y ataca la libertad de expresión y la libertad de acceso a la información, de modo que vamos a seguir peleando".
"Si antes tenía alguna duda, ahora está clarísima la persecución política por razones de un ataque a la prensa y a los principios básicos de la libertad de información", ha zanjado el jurista.
Proceso reabierto en Suecia
En cuanto a la causa judicial que se sigue contra Assange en Suecia, Garzón ha criticado su apertura después de haber sido archivada en dos ocasiones "sin dar más argumento que ahora está en prisión y no en una Embajada".
En su opinión, no hay "ningún hecho o ningún argumento e incluso ni siquiera avanzan donde habían terminado las acciones posteriores, sino que vuelven a una acción preliminar". Y ha asegurado que cuentan con "datos, documentos y pruebas suficientes para demostrar que fue un artificio y una excusa que diera cobertura a la persecución real de EE.UU. por la publicación masiva de documentación en noviembre de 2010 y posteriormente".
Extorsión en España
El jurista y político español también se ha referido al caso judicial abierto en España en el que varias personas han sido detenidas acusadas de intentar extorsionar al fundador de WikiLeaks.
Garzón ha dicho que esas personas estaban tratando de comerciar con una información "obtenida ilícitamente de grabaciones de dentro de la propia Embajada, utilizando las propias cámaras de seguridad, y vulnerando todos los derechos de Julian Assange, no solo de su intimidad, sino de su relación específica abogado-cliente".
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