"Estados Unidos exige un precio desmesurado" y esta es la "causa directa de la escalada de la tensión comercial chino-estadounidense", asegura el editorial de este viernes del Diario del Pueblo, el periódico oficial del Partido Comunista de China.
Desde el año pasado, ha habido once rondas de consultas económicas y comerciales de alto nivel entre Pekín y Washington. La redacción del órgano escrito del Partido Comunista admite que en ellas se han logrado importantes avances, pero también estancamientos y el motivo de estos ha sido siempre la arrogancia y las presiones de la parte estadounidense.
Durante este mismo tiempo Washington "impuso arbitrariamente aranceles" a las importaciones del gigante asiático. Estas medidas provocan las tensiones y vulneran los intereses nacionales y la dignidad nacional, la cual debe mantenerse "sólida como una roca", sostiene el diario.
"Ejemplo vivo" de desprecio por las normas
"En el siglo XXI todavía hay personas que se ven a sí mismas como 'privilegiadas' y se saltan todas las normas", denuncia el Diario del Pueblo. En su opinión, la guerra comercial provocada por EE.UU. es un ejemplo vivo de ello.
Otros obstáculos citados son la aplicación de la estrategia de la "prioridad de Estados Unidos", el unilateralismo, el proteccionismo comercial y el hegemonismo comercial. El proteccionismo, advierten los autores, "no solo agravará la volatilidad del mercado global, sino que también perjudicará la confianza de los inversores y reducirá aún más las expectativas del mercado".
El artículo recoge también un pronóstico de la Organización Mundial del Comercio, que redujo para 2019 la previsión de crecimiento del comercio mundial del 3,7 % al 2,6 %, el nivel más bajo en tres años. Los propios analistas económicos norteamericanos advirtieron: una vez que EE.UU. provoque una guerra comercial a gran escala, la economía mundial podría perder hasta 470.000 millones de dólares en 2020.
"La guerra comercial tiene un impacto en el desarrollo económico de China, pero en general el impacto es limitado y controlable", afirma el editorial. Por lo tanto, el país se muestra listo para resistir.
Las últimas medidas de Pekín y Washington
El 10 de mayo EE.UU. elevó del 10 % al 25 % los aranceles para una serie de mercancías chinas importadas por un valor de 200.000 millones de dólares al año. El presidente Donald Trump ordenó también prepararse para una subida del 25 % de aranceles por valor de 325.000 millones de dólares a otros productos chinos que, de momento, no están sujetos a impuestos.
En respuesta, Pekín anunció el 13 de mayo un plan para introducir a partir del 1 de junio gravámenes sobre las importaciones estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares, algo que va a afectar a alrededor de 4.500 productos estadounidenses. China ha reducido también sus importaciones de carne de cerdo estadounidense.