El chavismo y la oposición venezolana exploran un acercamiento: ¿qué se puede esperar?
Un acercamiento entre delegados del Gobierno de Venezuela y dirigentes de la oposición política de la nación caribeña se produjo esta semana en Oslo, Noruega, después de cuatro meses de fracasadas acciones del antichavismo, incluyendo un intento de golpe de Estado para deponer al presidente, Nicolás Maduro, con el abierto apoyo de Washington.
El encuentro ocurre en medio de la llegada al país suramericano de una misión de alto nivel, designada por el Grupo Internacional de Contacto (GIC), para plantear a Caracas "opciones concretas" en búsqueda de una "solución pacífica y democrática" a la crisis venezolana.
No sería la primera reunión entre el chavismo y quienes dirigen en esta etapa a la oposición, encabezada por el partido Voluntad Popular, fundado por Leopoldo López. Antes del pasado 23 de enero, el presidente de Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, se reunió con el diputado opositor Juan Guaidó, a petición del propio actual jefe del Parlamento, aunque no hubo frutos de ese encuentro.
"Dijiste cosas (en la reunión), e hiciste lo contrario", reveló Cabello en referencia directa a Guaidó.
Miembros de la oposición venezolana están iniciando un nuevo proceso de diálogo y negociación con representantes del gobierno de Maduro y con la mediación de Noruega. Al respecto, esto dijo @dcabellor en su programa @ConElMazoDandopic.twitter.com/V3iRQnZODq
— Misión Verdad (@Mision_Verdad) 16 de mayo de 2019
Según la televisora pública noruega NRK, citada por AFP, también hubo reuniones secretas en Cuba, país aliado de Venezuela y cuyas gestiones para una mediación en la crisis fueron solicitadas al GIC por el Grupo de Lima, integrado por las naciones que reconocen a Guaidó como "presidente encargado" después de su autoproclamación.
Amigos del diálogo
Desde 2013 hasta 2019, el Gobierno ha hecho a la oposición más de 400 llamados a negociaciones, según registros oficiales.
Al confirmar la reciente reunión entre las partes, el representante de Venezuela ante la ONU en Ginebra, Jorge Valero, señaló que las conversaciones son con la "oposición democrática", y no con la que es "títere del imperio estadounidense", en alusión a Guaidó.
Para el diputado constituyente Jesús Faría, miembro asimismo de la dirección nacional del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la reunión busca aislar a los "sectores que promueven una posible intervención" y, además, desescalar el escenario de "una confrontación" violenta entre venezolanos: "Es un paso más para garantizar la paz del país", dijo en declaraciones para RT.
En la oposición, el diálogo es motivo de controversia. Con la salvedad de un grupo proclive al debate, pero excluido de la toma de decisiones, toda respuesta favorable a los reiterados llamados es valorada por los partidos antichavistas como una capitulación en su "lucha" para sacar, por vías inconstitucionales, a Maduro de la presidencia.
En ese contexto, la posibilidad de dialogar con el Ejecutivo es rechazada, al menos públicamente, por algunos de los factores adversos a Maduro. En esa línea se inscriben el partido Vente Venezuela, de María Corina Machado, y Primero Justicia, que este miércoles negó rotundamente que alguno de sus militantes haya viajado a Noruega.
Sin embargo, al país nórdico furon representantes de la oposición con posturas más ganadas al debate. En Oslo estuvo Stalin González, segundo vicepresidente del Parlamento y miembro de Un Nuevo Tiempo, un partido proclive a participar en elecciones y en rondas de diálogo político.
También intervino Gerardo Blyde, exdiputado, excalde y exconstituyentista (1999), una figura opositora conocida por rechazar la violencia como vía de protesta y forma de hacer política. De igual forma participó Fernando Martínez Mottola, quien fuera ministro del fallecido exmandatario venezolano Carlos Andrés Pérez y, aunque no es conocido por una militancia partidista, sí es identificado en las filas opositoras como "asesor" y cercano al círculo íntimo de Guaidó.
Hay una opción
Al margen de los resultados de este primer acercamiento, para el dirigente opositor Enrique Ochoa Antich el encuentro sirve para que el antichavismo abandone posturas "no dialogantes" y sea más coherente y responsable en su accionar político: "Si estás de acuerdo con la negociación, al mismo tiempo no puedes estar pidiéndole al Comando Sur de EE.UU. que invada Venezuela", dijo a este medio.
El encuentro en Noruega no fue negado por Guaidó, lo cual le valió un amplio rechazo en las redes por parte de sus seguidores. Por eso, después de admitir que la oposición sí participaba en la reuniones, dijo que no se "prestará a negociaciones falsas".
Luego, en su cuenta en Twitter, Guaidó remarcó que Noruega, junto al Grupo de Lima y el GIC, lo "apoyan" para "lograr una solución a la crisis", la cual, desde su perspectiva, se logra con "el cese de la usurpación", en alusión a la interrupción del mandato del presidente Nicolás Maduro, reelegido en mayo del año pasado con más del 60 % de los votos.
Hasta ahora, no se sabe si se produjo una reunión cara a cara entre los representantes opositores y los delegados del Gobierno. La Cancillería del país nórdico solo confirmó en un comunicado que tuvo "contactos preliminares" con cada una de las partes. En tanto, el diputado Stalin González declaró a una emisora de radio que los encuentros fueron por separado con los voceros noruegos: "No hubo ningún tipo de contacto directamente", indicó.
Cinco propuestas y un obstáculo
De la reunión no se ha conocido tampoco si hubo o no posibles temas de negociación. No obstante, en marzo pasado el ministro de Comunicación e Infomación, Jorge Rodríguez, quien viajó a Noruega junto con el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, planteó los siguientes puntos para un posible diálogo:
- Respeto a la soberanía de Venezuela.
- Respeto al derecho a la paz.
- Levantamiento de sanciones.
- Establecer un mecanismo para dirimir por vías pacíficas las diferencias entre el Gobierno y la oposición.
- Respeto a la no injerencia de otros gobiernos.
En la oposición, la principal demanda pública es que Maduro abandone la primera magistratura del país caribeño. Ochoa Antich considera que el reciente acercamiento pudo trabarse principalmente por esa exigencia, porque cuando la oposición negocia con el Gobierno "lamentablemente coloca como precondición la salida de Maduro", una cuestión que para el Ejecutivo no está discusión, debido a que los comicios presidenciales ya se celebraron el año pasado.
Ya en los pasados meses de diciembre y enero, revela Antich, hubo reuniones entre la oposición y el Gobierno, sin la participación de los partidos Voluntad Popular y Primero Justicia, pero no se produjeron avances precisamente por ese punto: "No entiendo por qué, si Maduro no se va, no podemos negociar con elGobierno. Es un absurdo", sostiene.
Para el político opositor, ese impedimento "obliga a pensar en otras opciones de negociación", entre ellas, abrir el diálogo "paso por paso" entre el Gobierno y los adversarios políticos que muestren más sensatez y compromiso de respetar los resultados.
Según fuentes citadas por Reuters, las gestiones en Oslo apuntan a una eventual "salida electoral" a la crisis política, pero sin precisar si serán elecciones parlamentarias, como lo ha planteado reiteradamente el chavismo para relegitimar la Asamblea Nacional (AN), que se encuentra en desacato desde 2016 por un dictamen ratificado por el Tribunal Supremo de Justicia.
Agenda de paz
Aunque no quiso dar mayores detalles sobre los temas de debate con la oposición, este viernes Maduro precisó que las conversaciones apuntan a construir "una agenda de paz" para la nación caribeña, y aseguró que van "con buen pie".
"Venezuela tiene que procesar sus conflictos no por la vía de las armas, no por la vía de la guerra, tiene que hacerlo por la vía de la política, del diálogo, de la diplomacia, por la vía de la paz",subrayó.
Manuel Palma
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