¿Las siguientes 'víctimas' tras Huawei? EE.UU. podría incluir las dos principales empresas de videovigilancia de China en su 'lista negra'

La agencia Bloomberg aventura que hasta cinco compañías más podrían correr la misma suerte que el gigante de las telecomunicaciones asiático.

Los principales fabricantes de productos de videovigilancia de China, Hikvision y Dahua Technology, podrían ser incluidos en la lista negra del Departamento de Comercio de EE.UU. y compartir así la suerte de Huawei Tecnologies, según han reportado esta semana medios estadounidenses. 

De acuerdo con el diario The New York Times, las restricciones limitarían la capacidad de Hikvision para comprar tecnología estadounidense y las compañías estadounidenses podrían tener que obtener la aprobación del Gobierno para suministrar componentes a la firma china. La sanción podría ser anunciada "en las próximas semanas".

Por su parte, Bloomberg asegura que en la llamada 'Lista de Entidades' serán introducidas, aparte de Hikvision, hasta cuatro empresas más, incluido el segundo mayor productor de equipos de vigilancia, Zhejiang Dahua Technology Co.

Tanto The New York Times como Bloomberg coinciden en señalar que la Administración Trump está preocupada por el apoyo de esas compañías a Pekín a la hora de reprimir a la minoría de los uigures del oeste de China. Además, las cámaras de Hikvision o Dahua, que tienen capacidad de reconocimiento facial, podrían emplearse en el espionaje.

Poco después de la publicación de los informes, las acciones de Hikvision cayeron hasta un 9,6 % mientras que las de Dahua hicieron lo propio un 9,2 %.

Respuesta de China

Este miércoles, el Ministerio de Exteriores de China ha reaccionado a los reportes, instando a EE.UU. a proporcionar un ambiente justo para las empresas chinas. 

"Recientemente, hemos expresado en repetidas ocasiones la posición de China de oponerse al abuso del poder nacional por parte de EE.UU. para difamar y reprimir voluntariamente a las compañías de otros países, incluidas las chinas", declaró, citado por Reuters, el portavoz ministerial Lu Kang. 

El país asiático exige que sus compañías cumplan con las normas internacionales cuando realizan inversiones en el extranjero, pero al mismo tiempo siempre requiere que "otros países den a las compañías chinas un trato justo y no discriminatorio", agregó el vocero.