Un laboratorio ruso de Samsung ha desarrollado algoritmos que permiten generar un video falso de una persona con tan solo una foto suya, por ejemplo una que haya publicado en su perfil de Facebook.
El llamado fenómeno 'deepfake' es conocido desde hace ya unos años, popularizado en gran medida por los videos falsos de celebridades. Consiste en reemplazar el rostro de uno de los protagonistas por otro mediante un software de inteligencia artificial.
Esta técnica requiere de amplios conjuntos de datos de imágenes, por lo que famosos como actores o políticos han estado en la punta de mira de los falsificadores. Por ejemplo, se han difundido por las redes videos pornográficos protagonizados por estrellas de Hollywood y cantantes.
Los programadores del Centro del Intelecto Artificial de Samsung en Moscú han publicado un informe en el que explican su sistema de autoaprendizaje profundo, que analiza datos visuales de los rostros y movimientos de diversas personas y los aplica para insuflar vida a una imagen estática de otra persona.
Los autores acompañaron el documento con un video que muestra cómo se puede animar la imagen de la Mona Lisa usando imágenes de cualquier persona. Con este método también han desarrollado videos de Albert Einstein, Marilyn Monroe, Salvador Dalí y Fiódor Dostoyevski.
El investigador de la Universidad de Dartmouth (EE.UU.) especializado informática forense Hany Farid ha comentado a CNET que "cada vez se necesitan menos datos" para "generar contenidos más sofisticados y convincentes".
"Estos resultados son un paso más en la evolución de técnicas que permitirán crear contenido multimedia que acabará siendo indistinguible de las cosas reales", señaló.
Los investigadores moscovitas llaman a su resultado 'cabezas parlantes neuronales realistas', en referencia a las redes neuronales artificiales, un tipo de autoaprendizaje que imita al cerebro humano.
La nueva técnica todavía es imperfecta y esto se nota al comparar videos creados a partir de una, ocho y 32 imágenes de una persona, o al ver los videos de Mona Lisa desarrollados a partir de fotos de personas diferentes, ya que todavía son perceptibles los rasgos de las personas cuyas fotos se han utilizado para animar la pintura. Sin embargo, los algoritmos de autoaprendizaje no muestran indicios de estancamiento, por lo que rectificar las imperfecciones y afinar el sistema es solamente una cuestión de tiempo.