Pekín está considerando la posibilidad de suspender las exportaciones de tierras raras a EE.UU., según lo ha comunicado el editor jefe del diario estatal chino Global Times, Hu Xijin, advirtiendo que este no sería el único movimiento de represalia por parte del gigante asiático a medida que se intensifica la guerra comercial con Washington.
En las últimas semanas, distintas voces sugieren que Pekín podría recurrir a este embargo, cuyo efecto sería muy perjudicial para EE.UU., ya que casi no hay fuentes alternativas para esos materiales que se utilizan en una amplia gama de industrias, desde la tecnológica hasta el ámbito militar.
"China está considerando seriamente restringir las exportaciones de tierras raras a EE.UU. Pekín también puede tomar otras contramedidas en el futuro", escribió Hu Xijin este martes en su cuenta de Twitter.
La semana pasada el presidente chino, Xi Jinping, visitó una planta de procesamiento de tierras raras, dando pie a especulaciones sobre la posibilidad de que el gigante asiático aproveche estos materiales estratégicos en su guerra comercial con la nación norteamericana.
EE.UU. depende de los suministros de tierras raras de China, que representan un 80 % de sus compras globales de estos materiales. Además, el país asiático produce el 90 % de tierras raras del planeta, un conjunto de 17 metales utilizados en la fabricación de productos tecnológicos como 'smartphones', computadoras, vehículos eléctricos, entre otros, pero igualmente esenciales para la producción de armas modernas como, por ejemplo, los sistemas de guiado de misiles y en cazas.
Por este motivo, no resulta sorprendente que este tipo de minerales no haya sido incluido en la lista de los bienes chinos por valor de 200.000 millones de dólares para los cuales Washington ha aumentado los aranceles de importación.
El enfrentamiento entre EE.UU. y China se ha agravado en las últimas semanas después de que Washington decidiera incluir en su lista negra comercial a Huawei, el gigante chino de las telecomunicaciones, al que acusa de espiar para Pekín.