Científicos dan el primer paso para estudiar los chorros de plasma en un laboratorio
Para comprender la evolución de las estrellas, los agujeros negros y otros elementos cósmicos, es necesario el estudio detallado del plasma —una mezcla supercaliente de partículas atómicas electrificadas— desde el espacio y con la ayuda de telescopios. Sin embargo un equipo de científicos han creado un nuevo método.
Por primera vez un grupo de físicos, dirigidos por Lan Gao, del Laboratorio de Física de Plasma de Princeton del Departamento de Energía de EE.UU., y Edison Liang, de la Universidad Rice (Texas, EE.UU.), han recreado en un laboratorio una forma particular del chorro de plasma estable y fuertemente magnetizado, con condiciones necesarias para el estudio astrofísico que podrían profundizar el entendimiento del funcionamiento de chorros más grandes que fluyen de estrellas recién nacidas y posiblemente de los agujeros negros.
El equipo creó los chorros de plasma utilizando la instalación de láser OMEGA en el Laboratorio de Energía Láser de la Universidad de Rochester (Nueva York). Los investigadores apuntaron 20 de los rayos láser a un área con forma de anillo en un objetivo de plástico, donde cada uno de los rayos creó una pequeña bocanada de plasma, ejerciendo presión en la región interna y creando un chorro de plasma que alcanzó más de cuatro milímetros de longitud, con una intensidad de campo magnético de una fuerza de 100 Tesla.
"Este es el primer paso para estudiar los chorros de plasma en un laboratorio", dice la física Lan Gao, mientras que Liang subraya la innovación de la investigación, ya que "ningún otro equipo ha lanzado con éxito un chorro supersónico de haz estrecho que transporta un campo magnético tan fuerte, que se extiende a distancias significativas"
Los científicos ampliarán sus investigaciones. Se esperan futuras pruebas que incluirán diferentes tipos de fenómenos relacionados con el plasma, como el uso de un campo magnético externo para ver si el chorro aumenta de tamaño y se vuelve más colimado (con rayos paralelos).
Los resultados del trabajo han sido publicados en la revista The Astrophysical Journal.
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