Este miércoles la Comisión Europea ha pedido cerrar el expediente abierto a España por déficit excesivo. El país ha estado bajo la custodia de la institución europea desde 2009, tiempo en el que ha logrado reducir su déficit desde el 11 % del PIB registrado hace 10 años hasta el 2,5 % del año pasado.
La buena noticia viene acompañada de un toque de atención. La Comisión ha recomendado al Gobierno que salga del Parlamento español recién elegido, previsiblemente encabezado por el socialista Pedro Sánchez, actualmente presidente en funciones, que apruebe ajustes en el presupuesto público de 2020 por valor de 7.800 millones de euros. Esa cifra se podría alcanzar bien mediante aumento de los ingresos o bien mediante recorte de los gastos.
España pone así fin a una década en la que la política económica de hasta tres presidentes distintos (José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez) ha estado marcada por Bruselas. La decisión, conocida a mediados de esta semana, aún debe ser confirmada por los ministros de Economía de los países miembros de la UE.
Tanto el vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, como el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, han felicitado a España por salir del mecanismo de control. Con su marcha, no queda ningún país con un procedimiento abierto por déficit, un éxito que solo empaña la posible entrada de Italia.
Una década de austeridad
La apertura de este expediente significó para España caer en la senda de la austeridad. El país se vio obligado a hacer enormes recortes de gasto público precisamente durante los años más duros de la crisis económica que se desató a nivel internacional en 2008.
Fueron despedidos empleados públicos y eliminado el índice de reposición, lo que contribuyó enormemente a que la cifra de paro registrado en España se elevase al entorno del 25 %. También se efectuaron serios ajustes en servicios sociales tan elementales como la educación o la sanidad. La edad de jubilación se retrasó dos años y se cambió el cálculo para disminuir las pensiones. Incluso, en aras de equilibrar las cuentas, se procedió a la venta a fondos buitres de viviendas públicas destinadas a personas vulnerables y en riesgo de exclusión social, como hicieron la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, una práctica que actualmente investiga la Justicia.
Los 10 años de políticas de austeridad han dejado un país con una peor calidad del trabajo, sobre todo en cuanto a salarios, y una mayor desigualdad. Asimismo, los índices de pobreza infantil también han aumentado, y según UNICEF esta lacra alcanza al 40 % de la población infantil, situando a España como el tercer país de la UE en este lamentable 'ranking'.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!