EE.UU. suspenderá programas de ayuda en Centroamérica hasta que reduzcan el flujo migratorio hacia EE.UU.
El Gobierno de Donald Trump suspenderá los programas de ayuda humanitaria destinados a Honduras, Guatemala y El Salvador, hasta que estos países realicen nuevas acciones para detener el flujo de migrantes hacia EE.UU.
La vocera del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, informó este lunes que los actuales programas de ayuda a los países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) continuarán como estaban planeados, pero que no proveerán de nuevos fondos.
"No vamos a proveer de nuevos fondos para programas en esos países hasta que estemos satisfechos de que los países del Triángulo Norte están tomando acciones concretas para reducir el número de inmigrantes ilegales que vienen a la frontera estadounidense", dijo Ortagus.
.@statedeptspox provides an update on U.S. foreign assistance to the Northern Triangle countries of #ElSalvador, #Guatemala, and #Honduras. pic.twitter.com/fKh0HuOhUK
— Department of State (@StateDept) 17 de junio de 2019
La funcionaria estadounidense informó que trabajarán con el Congreso para redireccionar esos fondos. Ortagus recordó que, en marzo de este año, el presidente Trump había concluido que estos tres países no habían prevenido de manera efectiva la salida de inmigrantes con destino a EE.UU.
Presión en Centroamérica
Washington ha respondido así a lo que ha denominado "una crisis migratoria" en la frontera sur de EE.UU., causada por miles de personas que abandonan sus países por la situación de extrema violencia y pobreza.
Especialistas consideran que la migración no se va a detener con el endurecimiento de las fronteras, sino que podrían hacerla más peligrosa, porque las personas pueden elegir rutas poco frecuentadas y en donde podrían quedar a merced de grupos delincuenciales.
En un esfuerzo por endurecer los controles en las fronteras, el pasado 27 de mayo, Guatemala firmó un nuevo Memorando de Cooperación con EE.UU. para "contribuir a detener el flujo de inmigrantes ilegales que se desplaza en dirección norte, desde Centroamérica" hasta el territorio estadounidense.
A través de este acuerdo, ambos países buscan reforzar la cooperación en seguridad fronteriza mediante capacitación, acciones conjuntas para contrarrestar el flujo ilegal de personas, drogas y dinero, así como implementar "mejoras en cuanto a la identificación y administración de inmigrantes ilegales y la detención de ellos", según se lee en un comunicado de la Embajada de EE.UU. en Guatemala.
Aunque el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha negado que exista un acuerdo firmado que autorice la presencia de militares estadounidenses en su territorio, el Comando Sur de EE.UU. informó que enviará 300 efectivos de la Marina a cuatro países de Centroamérica para entregar ayuda humanitaria y responder con rapidez a una situación de emergencia.
Sin embargo, por el momento no hay ningún desastre natural en la zona.
Presión en México
El viernes 7 de junio, la Administración de Trump y de Andrés Manuel López Obrador firmaron un acuerdo para reforzar la seguridad en la frontera del sur de México, mediante el envío de elementos de la Guardia Nacional y la Marina, con el objetivo de disminuir el flujo migratorio desde Centroamérica.
A cambio del endurecimiento de la política migratoria, Washington suspendió la imposición de aranceles a productos mexicanos. Los resultados serán evaluados en un plazo de 45 días.
La Secretaría de Gobernación (Segob) estima que en los primeros cuatro meses del año, 53.544 extranjeros han sido presentados ante la autoridad migratoria. De esta cifra, 85 % proviene de Centroamérica.
Entre enero y abril de este año, México deportó a 36.593 centroamericanos.
La Administración de Trump informó a la delegación mexicana que en mayo hubo 144.000 aprehensiones, un incremento del 32 % respecto al mes anterior, lo que es considerado por Washington como un número sin precedentes en los últimos años.
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