La jueza Gabriela Hardt, sustituta en la operación anticorrupción Java Jato del exjuez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, habría asegurado que de divulgarse alguna de sus conversaciones privadas procesaría criminalmente a los responsables.
Según escribe Robson Bonin en la columna Radar da Veja, la magistrada comentó a algunos de sus colegas que procesará, de acuerdo con una ley que trata las intercepciones, a aquellos que divulguen sus conversaciones obtenidas de manera ilegal.
"Quien conoce bien las entrañas de Lava Jato dice que el mayor peligro que corre el exjuez Sergio Moro es que sean revelados los mensajes que intercambió con la jueza federal Gabriela Hardt y con el procurador João Pedro Gebran Neto", comenta Bonin.
Gebran Neto, nacido en Curitiba, mantiene una estrecha amistad con Moro, con quien estudió su maestría en la Universidad Federal de Paraná, en 2000. Ha sido el juez relator de las sentencias de Lava Jato.
Hace unos días, la jueza federal comunicó que sus mensajes enviados a través de la aplicación Telegram también habían sido invadidos por 'hackers'. Al parecer los ataques informáticos se produjeron en la misma época en la que se accedió a los teléfonos de los fiscales de la Operación Lava Jato.
El 9 de junio, el medio de comunicación The Intercept Brasil sacudió el espectro político brasileño al publicar una serie de conversaciones entre fiscales de la operación anticorrupción y el entonces juez Moro, que han puesto en duda la imparcialidad en este caso que llevó a prisión al histórico líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva.
¿Plagio de sentencia?
Hardt fue responsable de condenar en febrero de 2019 a Lula a 12 años y 11 meses de cárcel por corrupción y blanqueo de dinero en la reforma de una casa en Atibaia, Sao Paulo. La Justicia sostuvo que el expresidente recibió un millón de reales (270.000 dólares) por las reformas del inmueble.
La defensa de Lula acusó a Hardt de copiar la sentencia que emitió en 2017 Moro por corrupción y blanqueo en el caso de un inmueble en el municipio de Guarujá.
El líder del PT fue condenado entonces en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión, y la pena se elevó en 12 años de cárcel en segunda instancia. El Tribunal Superior de Justicia de Brasil redujo finalmente en abril la pena a ocho años, 10 meses y 20 días.
Respecto al plagio, Hardt admitió que sí escribió la sentencia usando el modelo de Moro, pero argumentó que se trata de algo común que los jueces federales usen sentencias de colegas para no comenzar a escribirlas desde el punto de partida. "Nuestro sistema tiene un modelo para que empecemos a redactar encima, lo hago en todas mis decisiones", destacó.
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