Tras siete meses al frente del Gobierno de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador presenta este lunes su informe de mandato, entre cuyos asuntos destacados se encontrarán los conflictos arancelarios con la Administración de Donald Trump, la intensa crisis migratoria, la cuestión de confianza prevista para cuando cumpla dos años de gestión o su proyecto del Tren Maya.
Este último punto se refiere a la propuesta que López Obrador hizo pública a finales del pasado año: construir un tren que conectase las principales ciudades, puertos, industrias y centros turísticos de la región sureste de México, con el objetivo de incentivar el desarrollo económico en la zona. La gestión del proyecto, envuelta en diversas polémicas relacionadas principalmente con su financiación, ha contribuido a cierto desgaste de la figura de este mandatario que, sin embargo, mantiene un 61,3 % de popularidad en su país.
Los estudios necesarios para llevar a cabo el trazado y la ejecución del ambicioso proyecto ferroviario han resultado considerablemente más costosos de lo que se supuso en un primer momento: el presupuesto inicial era de 6,2 millones de dólares, pero el gasto estimado actualmente es de unos 50 millones. Se trata de de un aumento del 710 %.
Las claves de un encarecimiento exponencial
Las explicaciones oficiales a esta sustancial modificación del coste del proyecto aluden principalmente a dos motivos: por un lado, la necesidad de realizar más estudios para garantizar su viabilidad medioambiental y el salvamento arqueológico; por otro, la circunstancia de que el área en la que se ejecutarán los trabajos está considerada una zona peligrosa, donde son frecuentes los secuestros, las extorsiones y el tráfico de estupefacientes y de personas, por lo que el gasto en medidas de seguridad para trabajadores y contratistas elevaría de nuevo el presupuesto.
Sin embargo, los costes de esta iniciativa podrían ser aún mucho mayores. Un análisis llevado a cabo hace menos de cuatro meses por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estima que el gasto en la construcción del Tren Maya podría ser hasta 10 veces mayor que lo proyectado inicialmente por el Gobierno federal.
Desde el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) explicaron que los 6,2 millones de dólares estimados al principio fueron presupuestados durante la administración anterior de manera meramente aproximativa, solo para que figuraran en las cuentas oficiales del presente año, por lo que en realidad no cabría hablar de sobrecosto. Asimismo aclararon que el 90 % de la financiación del proyecto procede del sector privado.
Lopez Obrador puso la primera piedra de la obra del Tren Maya en diciembre de 2018.
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