En el año 2015, cuando el presidente de Argentina, Mauricio Marcri, se desempeñaba como Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, fue consultado por la posibilidad de que uno de los clubes de fútbol más importantes del país, San Lorenzo de Almagro, recuperase sus terrenos expropiados en aquel distrito en los años '70 —durante la última dictadura militar—, y donde se encontraba originalmente su primer estadio: el 'Viejo Gasómetro'.
"San Lorenzo tiene menos del 1 por ciento de posibilidades de lograr el regreso a su cancha. Todo el barrio cortado sin poder pasar genera problemas de todo tipo. Por eso digo que un estadio hoy significa descontrol, violencia y robo", aseguró Macri en aquel tiempo. Su planteo era razonable, erigir una construcción de tal magnitud en un sitio donde para entonces funcionaba la cadena de supermercado francés 'Carrefour' —producto de un arreglo del gobierno de facto con la Embajada de Francia a fin de atraer capitales extranjeros al país—, era impensado.
Durante casi 40 años, los simpatizantes del club debieron alentar a su equipo lejos del barrio de Boedo, lugar donde funcionaba el 'Viejo Gasómetro', y que desde 1916 recibía todos los fines de semana a los 'cuervos', como se apodan sus hinchas. El supermercado francés literalmente se había construido sobre los cimientos del estadio. Donde se instalaron las góndola de verduras, funcionaba el banco de suplentes del club. En el sector de las cajas registradoras, se encontraba el arco de la hinchada visitante y donde el 'Gasómetro' vibraba cada vez que se convertía un gol. La nostalgia de exjugadores y socios de San Lorenzo cada vez que frecuentaban la calle Avenida La Plata 1700 era notoria. Muchos han confesado reiteradamente cómo se colocaban justo en frente del 'Carrefour' y recordaban las épocas de gloria de uno de los principales clubes de América Latina.
Pero este lunes, tras una extensa e histórica lucha por parte de sus hinchas, San Lorenzo tomó posesión de los terrenos expropiados ilegalmente por el gobierno militar. La jornada memorable devolvió la ilusión a sus socios por volver a jugar en Boedo y que el 'Gasómetro' vibre nuevamente.
Procesión al 'Gasómetro'
El domingo, los 'cuervos' se concentraron desde las siete de la tarde (hora local) para comenzar una vigilia hasta la llegada del lunes, día en que oficialmente el inmueble ubicado donde se encontraba su estadio pasa nuevamente a ser propiedad de San Lorenzo. El punto de encuentro fue en el oratorio 'San Antonio', en el barrio de Boedo, capital federal, sitio donde nace la leyenda del club.
Fundado el 1 de abril 1908, el punto de inicio se encuentra en las calles del barrio. Originariamente, un grupo de niños que con frecuencia jugaban al fútbol, decidieron organizarse para formar un equipo que pueda jugar el torneo oficial. Ante los peligros de practicar en la calle (un chico casi es atropellado por un tranvía), el cura salesiano, Lorenzo Massa, los invitó al Oratorio San Antonio para que puedan jugar en esas instalaciones, a cambio de que ellos asistan a misa todos los domingos.

Este grupo de jóvenes, autodenominados como 'Los Forzosos de Almagro', fueron aconsejados por el cura para que cambien la nomenclatura del equipo. 'Centinela de Quito', 'El Almagreño', 'Río de la Plata' eran algunas de las propuestas iniciales para el nombre de la institución. Finalmente, el elegido fue el Club Atlético San Lorenzo de Almagro (CASLA), en homenaje al sacerdote.
Desde la iglesia, comenzó la procesión de los hinchas a 'Tierra Santa', en las inmediaciones de la cancha y donde la dirigencia de la institución, liderada por su presidente Matías Lammens, convocó a todos los 'cuervos' para la fiesta azul y roja (colores oficiales de la camiseta).
La lucha por la restitución histórica
En el año 2010, un grupo de socios, liderado por Adolfo Res, comprendió la necesidad imperiosa de que el 'ciclón' vuelva a jugar en Boedo. Por eso, en ese año, elaboraron y presentaron en la legislatura de la ciudad de Buenos Aires, el 'Proyecto de Ley de Restitución Histórica', que contemplaba la expropiación del inmueble ubicado en la Avenida La Plata 1700.
Pero el escrito señalaba una particularidad nunca antes vista en el fútbol local: San Lorenzo indemnizaría todos los gastos necesarios para que la cadena de supermercados 'Carrefour' abandonara los terrenos y ese dinero saldría de los propios hinchas. Cada simpatizante podía comprar diferentes metros cuadrados que comprenden la totalidad del terreno. La suma fue valuada en 75 millones de dólares.
En el 2012, se realizó una masiva marcha en apoyo a la ley presentada. Esta movilización marcó un antes y un después en la lucha de los 'cuervos', ya que la misma se llevó a cabo en la mítica Plaza de Mayo —lugar emblemático del país sudamericano—, donde 110.000 sanlorencistas marcharon pacíficamente por la causa. A fines de ese año, la legislatura aprobó el proyecto que obligaba a la cadena de supermercados a abandonar el lugar y el club oficialmente retornó a Boedo.
"A ver si me escuchan, a ver si me entienden. 'La vuelta a Boedo', la banca la gente. Pedimos al Gobierno que nos restituya, lo que nos robaron en la dictadura. Va a volver, va a volver, San Lorenzo va a volver", fueron las estrofas que se escuchaban el domingo, mientras una marea de 'cuervos' marchaban por las calles.
El barrio de Boedo
Una de las particularidades del conjunto azulgrana, además de lo futbolístico, es su sentimiento de pertenencia con el barrio. Boedo, desde sus inicios, fue considerado un distrito comprendido por inmigrantes obreros que llegaron a la Argentina entre los años 1871 y 1915 para comenzar una nueva vida en tierra sudamericana. Desde entonces, aquel arraigo proletario se intensificó con los cantores de tango y sus letras ingeniosas que relataban una vida de bohemia por las calles de la ciudad.

Esas ideas no se perdieron en el tiempo y Boedo creció rodeado por una tradición social que aún hoy se mantiene, con los míticos lugares de hace 50 años en donde poetas y cantantes se congregaban. La función social del club, como la inició el cura Lorenzo Massa con los niños que jugaban en la calle, también forma parte del proyecto por la vuelta del estadio. La creación de sitios culturales, donde los vecinos puedan reunirse, es un punto que los socios de San Lorenzo decidieron con las autoridades del club.
Hoy, la construcción del tercer estadio, hecho que no tiene registro en el fútbol mundial, es el principal sueño que mantiene en vilo a los simpatizantes.
Facundo Lo Duca
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