El presidente Vladímir Putin ha declarado que Rusia no está participando, y no tiene la intención de involucrarse, en una carrera de armamentos, pero al mismo tiempo necesita garantizar su seguridad. "Compare cuánto gasta Rusia en Defensa (unos 48.000 millones de dólares) y el presupuesto militar de EE.UU. que es más de 700.000 millones de dólares. ¿De qué carrera armamentista puede tratarse realmente?", ha señalado Putin en una entrevista al periódico italiano Corriere della Sera, publicada este jueves en vísperas de su visita oficial a ese país europeo.
"No tenemos la intención de involucrarnos [en esa carrera]. Pero también estamos obligados de garantizar nuestra propia seguridad", ha aseverado el presidente ruso. "Precisamente por esta razón nos vimos obligados a empezar a desarrollar armas y equipos ultramodernos, en respuesta al aumento del gasto militar y las acciones claramente destructivas por parte de EE.UU.", ha explicado Putin y ha puesto como "ejemplo convincente" la situación con el Tratado sobre misiles de alcance medio y corto (INF, por sus siglas en inglés).
Además, el mandatario ruso ha observado que "el colapso del sistema de seguridad internacional comenzó con la retirada unilateral de Estados Unidos del Tratado sobre Misiles Antibalísticos" en el 2002. "Fue la piedra angular de todo el sistema de control de armas", hizo hincapié Putin.
En lo que se refiere a la reciente retirada de Washington del Tratado INF —acuerdo firmado con la URSS en 1987— Putin ha revelado que la parte rusa "en repetidas ocasiones" ha propuesto a Estados Unidos aclarar en detalle las cuestiones relacionadas con el Tratado INF, pero siempre se ha topado "con un rechazo". "Como resultado, los estadounidenses de hecho están desmantelando otro acuerdo muy importante", ha lamentado.
Perspectivas de cooperación
Según ha señalado el líder ruso, las perspectivas de cooperación entre Moscú y Washington "en el área de reducción de armas estratégicas siguen siendo confusas". "A principios del 2021, el tratado START III expira. No obstante, por el momento no vemos la disposición de Estados Unidos para discutir su prórroga o el desarrollo de un nuevo acuerdo completo", agregó Putin en referencia al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas o Nuevo START.
También ha hecho notar que en octubre pasado Rusia propuso a EE.UU. adoptar una declaración conjunta sobre la inadmisibilidad de una guerra nuclear y el reconocimiento de las devastadoras consecuencias de un conflicto de este tipo. "Sin embargo, hasta la fecha no ha habido ninguna respuesta por parte de EE.UU.", ha lamentado.
Al mismo tiempo, Putin ha indicado que "al parecer" recientemente en Washington han comenzado a pensar en reiniciar un diálogo bilateral en el marco de una amplia agenda estratégica. En este sentido el líder ruso ha aseverado que la celebración de los acuerdos concretos sobre control de armas fortalecería la estabilidad internacional.
"Rusia tiene la voluntad política de cumplir con esta labor, ahora le toca a Estados Unidos", ha declarado y agregó que discutió este tema con su homólogo estadounidense, Donald Trump, durante su reciente reunión en la cumbre del G20 en Japón.
Asimismo, el mandatario ha indicado que "para superar la situación malsana actual" en el sistema de seguridad global "hay que renunciar a conceptos arcaicos de 'disuasión' y 'filosofía de bloques' de los tiempos de la Guerra Fría" y que "el sistema de seguridad debe ser único e indivisible".
Según Putin, ese sistema debe basarse en "los principios fundamentales de la comunicación interestatal", entre ellos "el no uso de la fuerza o amenaza con el uso de la fuerza, la no intervención en los asuntos internos de los Estados soberanos y la solución de controversias de forma pacífica y política".
Supuesta injerencia rusa en las elecciones, "el punto máximo del absurdo"
Las acusaciones de intervención de Rusia en las elecciones presidenciales en EE.UU. fueron retiradas, pero las medidas restrictivas impuestas con ese pretexto todavía siguen en vigor, ha observado el presidente ruso. Así, la comisión del fiscal especial Robert Mueller no logró encontrar ninguna prueba sobre una colusión entre la campaña de Trump y Rusia porque "simplemente no existía", ha subrayado Putin.
El mandatario ha reiterado que la acusación contra Rusia de injerencia en las elecciones estadounidenses resultó ser "el punto máximo del absurdo", ya que "acabó en nada". Además, Putin ha indicado que el ruido mediático en torno a la supuesta injerencia rusa en vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo tuvo como objetivo "seguir 'demonizando' a Rusia ante los ojos de los ciudadanos europeos".
En ese contexto, Putin hizo hincapié en que Moscú "no intervino y no va a interferir en los asuntos internos" de otros Estados. "Estamos interesados en la reconstrucción de la cooperación completa de Rusia y la Unión Europea, el mantenimiento de la paz, seguridad y estabilidad en nuestro continente común. Y estamos listos para la cooperación constructiva con todas las fuerzas políticas que recibieron un mandato de los votantes europeos", concluyó.
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