Descubren que las australopitecas amamantaban a sus bebés hasta los 12 meses
La leche materna predominaba en la dieta de los ancestros humanos de la especie Australopithecus africanus durante los primeros seis a nueve meses de vida. Posteriormente los bebés de estos homínidos recibían distintos suplementos no lácteos, hasta hacerlos predominar en la dieta infantil en torno a los 12 meses de edad.
A estas conclusiones llegó un grupo internacional de antropólogos a partir del análisis químico e isotópico de múltiples dientes hallados en las cuevas de la provincia sudafricana de Gauteng. El conjunto de muestras, perteneciente a esa misma especie, se remonta en antigüedad entre 2,6 y 2,1 millones de años atrás, luego de lo cual se produjo la extinción del australopiteco.
Científicos australianos, estadounidenses y alemanes 'mapearon' ante todo los elementos presentes en los tejidos dentales, según reportan en un artículo publicado el 15 de julio en la revista Nature. Sostienen que la mineralización del esmalte y la dentina se produce gradualmente y que estos tejidos conservan un registro secuencial de la exposición temprana de cada individuo a los ingredientes químicos de su comida.
Las pruebas descubrieron que los alimentos no siempre estuvieron igualmente disponibles para aquellos lejanos ancestros. Los autores estiman que los australopitecos se desplazaban de un tipo de terreno a otro, en búsqueda de áreas más abundantes en comida.
La dieta era variable e incluía el consumo de frutas, hojas, hierbas de pasto, juncos y raíces. Eso supone que vivían en "una gama compleja de entornos", que incluía pastizales abiertos y bosques.
Coincidencia de patrones
A juzgar por el análisis químico, en "momentos de desafío nutricional" las madres volvían a amamantar a sus pequeños, algo que se observa igualmente en los actuales orangutanes silvestres.
La ingesta variable de leche podía compensar a los pequeños los períodos de "oscilaciones extremas e impredecibles" en su ración alimentaria. Durante los lapsos de abundancia, el bebé podía confiar más en alimentos sólidos.
Los investigadores observaron asimismo ciertos patrones de alimentación similares a los que son propios de los orangutanes, al tiempo que contrastan con las muestras humanas modernas y tampoco coinciden con los de mamíferos no primates analizados.
En este análisis los autores priorizaron la concentración de bario en los dientes, como un marcador seguro de la ingesta de leche materna. En los fetos dicha concentración es baja, crece después del nacimiento con la absorción de la leche materna y luego disminuye lentamente para alcanzar su nivel más bajo cuando la dieta del bebé se basa únicamente en alimentos sólidos y el bario es sustituido por calcio.