El Departamento de Estado de EE.UU. "está preocupado" por las "interferencias" de Pekín en la extracción de hidrocarburos en el mar de la China Meridional, según reza un comunicado de la vocera del organismo, Morgan Ortagus, publicado el 20 de julio en su cuenta de Twitter.
Las "repetidas acciones provocadoras" del gigante asiático, "dirigidas al desarrollo de petróleo y gas" en este mar disputado por varios países de Asia Oriental, "amenazan la seguridad energética regional y socavan el mercado indopacífico libre y abierto de energía", dice el texto, que reitera que Pekín ha suprimido el acceso de los Estados miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) a "más de 2,5 billones de dólares de reservas recuperables".
La militarización de las áreas reclamadas por China pretende "intimidar, coaccionar y amenazar a otras naciones, socavar la paz y la seguridad de la región", señala el comunicado, que acusa Pekín de intentar utilizar el proyecto del código de conducta multilateral para expulsar del área a las compañías de terceros países.
"EE.UU. se opone firmemente a la coerción y la intimidación por parte de cualquier reclamante para presentar sus reivindicaciones territoriales o marítimas", comunica el documento.
La posición de China
No es la primera vez que el Departamento de Estado acusa al gigante asiático de emplear "medios coercitivos" para bloquear el desarrollo energético en la zona. En marzo, esta visión fue expuesta por el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo. En respuesta, Pekín calificó de "irresponsable" la postura de EE.UU. respecto al mar de la China Meridional.
Determinados "países extraterritoriales" en varias ocasiones "han intentado destruir la situación pacífica" del mar de la China Meridional, afirmó Lu Kang, portavoz del Ministerio de Exteriores chino. Señaló también que las naciones de la región "son capaces de resolver y gestionar las disputas a su manera" sobre la base del derecho internacional.
En julio, el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuan, aseguró que los incidentes con otros países de la región pueden resolverse "en base al principio de mutuo compromiso y consulta amistosa".
"No queremos que algunos incidentes aislados se amplifiquen e interfieran en la situación general de nuestras relaciones bilaterales", destacó el portavoz.
Islas en disputa
Desde hace décadas, Pekín viene chocando con los países de la región por la soberanía de varias islas situadas en el mar de la China Meridional, en cuyas aguas han sido descubiertas importantes reservas de hidrocarburos. Se trata, principalmente, de las islas Paracelso, Spratly y Scarborough. En mayor o menor medida, Vietnam, Brunéi, Malasia y Filipinas están involucradas en la disputa.
Pekín ha estado construyendo islas artificiales y desplegando infraestructura militar en los archipiélagos de Spratly y Paracelso para consolidar su dominio sobre ellos, pese a las protestas encabezadas por sus vecinos y por EE.UU., que temen la creciente influencia del gigante asiático en la región.