El mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, destituyó a cuatro miembros de la Comisión Especial Sobre Muertos y Desaparecidos (CEMDP), después de una fuerte polémica desatada esta semana sobre los crímenes cometidos durante la dictadura militar (1964 y 1985).
La sustitución de cuatro de los siete integrantes de CEMDP, entre ellos su presidenta, Eugenia Augusta Gonzaga, se publicó este jueves en el Diario Oficial de la Unión. "Lamento mucho lo ocurrido. No por mí, ya que me enfrentaba a dificultades para mantener el desempeño de la comisión desde el comienzo del año, pero sí por las familias", declaró Gonzaga.
"Jair Bolsonaro, de derechas"
"El motivo es que cambió el presidente. Ahora es Jair Bolsonaro, de derechas. Punto final. Cuando ellos colocaban a terroristas [en referencia a los gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff] nadie decía nada. Ahora cambió el presidente. También cambió la cuestión ambiental", zanjó Bolsonaro.
Los cambios en el CEMDP ocurren después de que el 24 de julio la comisión reconociera en un informe que la muerte en 1974 de Fernando Santa Cruz, padre del actual presidente del Orden del Colegio de Abogados de Brasil (OAB), Felipe Santa Cruz, fue provocada por el Estado.
La muerte fue "violenta y causada por el Estado brasileño en el contexto de persecución sistemática y generalizada a la población identificada como opositora política del régimen dictatorial", destacó la CEMDP.
La comisión, en la actualidad vinculada al Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, fue creada durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso en 1995. Su trabajo consiste en identificar los desaparecidos ymuertos por actividades políticas entre 1961 y 1979.
Las conclusiones de la CEMDP no agradaron a Bolsonaro, quien el lunes amenazó a Felipe Santa Cruz con desvelar información sobre su progenitor. "Si el presidente del Colegio de Abogados quiere saber cómo desapareció su padre durante el período militar, se lo diré", subrayó.
Después, Bolsonaro aseguró que el activista no fue asesinado por militares, sino que murió a manos, según sus palabras, de "un grupo terrorista" de izquierda, haciendo así referencia a Acción Popular, organización contraria al régimen militar. "Es muy fácil culpar a los militares por todo lo que ocurre", aseveró. El presidente de la OAB pidió ante la Corte Suprema de Brasil que Bolsonaro se explique ante la Justicia brasileña por sus comentarios sobre su padre.
El miércoles, el presidente volvía al ataque y criticaba a la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), creada en 2011 por la expresidenta Dilma Rousseff, para investigar las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura. Los trabajos de esta comisión —integrada por abogados y especialistas en derechos humanos— finalizaron en 2014 y se concluyó que se cometieron 434 asesinatos y cientos de detenciones arbitrarias.
"¿Cuál fue la composición de la Comisión? Fueron siete personas, ¿elegidas por quién? ¡Por Dilma!", alegó Bolsonaro. La expresidenta, torturada durante el régimen militar, ha sido blanco en varias ocasiones de los comentarios del presidente.
El episodio más sonado ocurrió en 2016, durante la votación de la Cámara para la destitución de Rousseff. Bolsonaro dedicó su voto al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, uno de los torturadores más sanguinarios de la dictadura militar.
El ultraderechista nunca ha ocultado su admiración por la dictadura y el pasado mes de marzo llegó a ordenar que se celebraran actos para conmemorar el 55 aniversario del golpe militar de 1964.
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