Aumentan las tensiones entre India y Pakistán por presuntos conflictos armados en la región disputada de Cachemira
La agencia de noticias del Ejército pakistaní, Inter-Services Public Relations (ISPR), ha asegurado que las Fuerzas Armadas de la India atacaron a civiles con bombas de racimo a lo largo de la Línea de Control (LoC, por sus siglas en inglés), en la región disputada de Cachemira.
De acuerdo con un comunicado de ISPR publicado este 3 de agosto, el Ejército indio atacó "deliberadamente" a ciudadanos "inocentes", entre ellos mujeres y niños, en la noche del pasado 30 de julio. Las acciones armadas dejaron dos muertos y 11 heridos, subraya el organismo.
El mensaje incluye fotografías de las supuestas bombas empleadas. Asimismo, hace énfasis en que el uso de dicho arsenal está prohibido por la Convención sobre Municiones de Racimo. "Esta flagrante agresión india, contraria a todas las normas internacionales, expone el verdadero carácter del Ejército indio y su posición moral", detalla la misiva.
Tales declaraciones surgen luego de informes sobre un intercambio de disparos entre soldados indios y pakistaníes cerca de la LoC, en el distrito de Baramulla, en el norte de Cachemira.
Este 2 de agosto, la India aseguró tener pruebas de planes terroristas, supuestamente respaldados por el Ejército de Pakistán, con el objetivo de interrumpir en la zona en disputa una importante peregrinación hindú que inició el 1 de julio. El gobierno de Jammu y Cachemira ha aconsejado a la población "reducir su estadía" en la zona dada la situación de seguridad, recoge la agencia ANI.
Dicha situación provocó que las autoridades indias decidieran enviar más de 25.000 soldados a la frontera pakistaní este 2 de agosto; una acción que se suma a la noticia de la semana pasada del despliegue de al menos 10.000 uniformados a esa zona —una de las áreas más militarizadas del mundo— , y que deterioró la situación entre ambos países.
La tensión entre las dos potencias nucleares se disparó el pasado 26 de febrero, cuando la Fuerza Aérea de la India bombardeó un supuesto "campamento terrorista" perteneciente a Jaish-e-Mohammed, un grupo yihadista ubicado en territorio controlado por Pakistán que doce días antes había cometido en Pulwama el atentado más letal contra las fuerzas indias en décadas, y en el cual murieron 42 soldados.