Guillermo Federico Ibarrola, vecino de la ciudad argentina de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, pasó seis días en la cárcel por culpa de un error policial, informa el canal A24.
El hombre, de 39 años, fue arrestado el pasado sábado después de haber sido identificado por un sistema de reconocimiento facial —adoptado por la Policía de la capital argentina en abril— como perpetrador de un robo cometido en Bahía Blanca en 2016, con el que no tenía nada que ver. De hecho, el individuo asegura no haber estado nunca en la ciudad.
En una entrevista con un reportero de la cadena, Ibarrola caracterizó el suceso como "una pesadilla" que le "tocó como puede tocar a cualquier otra persona por un error de una máquina". "Me podrían haber arruinado la vida", agregó.
Fue finalmente puesto en libertad el pasado día 2 de agosto.
Resaltó que casi todos los datos del criminal eran diferentes a los suyos: "Yo soy Guillermo Federico y la otra persona era Guillermo Walter. […] Y con otro DNI, y esa persona tenía 47 años, yo tengo 39 […] Es una persona calva, arruinada por la vida".
Controvertido sistema
No obstante, en respuesta a la nueva ola de polémica en torno de ese método de vigilancia, las autoridades porteñas defendieron el sistema de reconocimiento facial y afirmaron que hubo simplemente una carga incorrecta de la información en la base de datos de los prófugos.
"Hay un error de interpretación y todos apuntan al sistema cuando en verdad lo que hubo fue un error de carga de los datos en el Conarc [Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas]. Hay muchos errores de carga. Si al hombre le hubieran pedido el documento en la ruta también lo paraban, no fue un error del sistema", cita Página12 al secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D'Alessandrio. Santiago Garrido, secretario general del Ministerio Público de Bahía Blanca, mantuvo la misma posición en un comentario a A24.
Por su parte, desde la Defensoría del Pueblo indicaron que el sistema "es un todo" y no solo el algoritmo utilizado para reconocer los rostros.
"Viendo todos estos problemas con los datos del Conarc, que están muy desactualizados o mal cargados, tenemos que decir que el sistema no está funcionando", admitió la abogada María Julia Giorelli del Centro de Protección de Datos de la Defensoría.
No es el primer escándalo generado por un fallo del nuevo sistema de seguridad. Anteriormente se habían reportado numerosos casos parecidos con más de 13 horas de demoras.
"Es porque no quieren admitir el error", dijo a RT el pasado mes de julio Raquel Holway, también detenida equivocadamente debido a una disfunción del sistema.
El abogado especialista en el derecho digital Erick Iriarte opina que el reconocimiento facial, como toda tecnología, "no es bueno ni malo per se", y todo depende de quién y con qué fines se usa.
"La mala utilización ya no es necesariamente por las entidades formales […] grupos paramilitares o terroristas pueden afectar las libertades y los derechos de las personas", afirmó el experto en una entrevista con RT. A juicio de Iriarte se necesita crear "una cultura de protección de información" para evitar peligros.