Científicos resuelven el misterio del mar subterráneo bajo el desierto del Néguev
Investigadores de la Universidad Ben Gurion israelí y del estadounidense Laboratorio Nacional de Argonne han descubierto el origen y cómo se formó el reservorio gigante de agua dulce debajo del desierto israelí de Néguev, que forma parte del sistema acuífero de piedra de arenisca de Nubia, el mayor acuífero de agua fósil del mundo, cuya mayor parte se encuentra debajo del Sahara oriental, según Science Alert.
El estudio, publicado en la revista en línea PNAS, sugiere que el acuífero bajo del Néguev empezó a formarse a partir de dos afluentes que existieron hace 38.000 años y 360.000 años. Más tarde, se asoció con ciclones mediterráneos durante la última glaciación, cuando el volumen de los glaciares alcanzó su valor máximo.
Para llegar a tal conclusión, los científicos analizaron el contenido del isótopo de criptón (criptón-81) y el isótopo de hidrógeno (deuterio) extraído de varias muestras de agua. Por la cantidad del isótopo de criptón, las muestras pueden datarse en un rango desde 40.000 hasta 1,5 millones de años, y la proporción del nivel de deuterio en hidrógeno 'normal' permite determinar la fuente del agua y las condiciones climáticas existentes en la época.
"Hasta donde sabemos, esta fue la primera vez que el agua subterránea podría usarse directamente como un archivo climático en estas escalas de tiempo largas", dijo el físico Jake Zappala, del Laboratorio Nacional de Argonne.
"Usando la datación por criptón, podemos decir cuándo llovió, y la proporción de agua pesada a ligera nos dice directamente algo sobre el patrón meteorológico (…) Así que tenemos una correlación directa entre el tiempo y los patrones climáticos regionales", explicó.
El hallazgo revela que el agua debajo del desierto de Néguev no es la misma agua fósil existente bajo el Sahara, que fue depositada por los monzones del Holoceno.
El acuífero de Nubia cubre un área de más de dos millones de kilómetros cuadrados. Se estima que contiene 150.000 kilómetros cúbicos de agua subterránea.