La deforestación destruyó 2.254 kilómetros cuadrados de la Amazonía brasileña el pasado julio, un 278 % más que los 596,6 kilómetros cuadrados del mismo mes de 2018, según datos que publicó el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (Inpe) el pasado 6 de agosto.
Ese organismo señala que la tala en esa región brasileña se ha incrementado un 40 % en los últimos 12 meses y ha sumado 6.833 kilómetros cuadrados frente a los 4.532 registrados entre agosto de 2017 y julio de 2018, como refleja un informe basado en datos de su Sistema de Detección en Tiempo Real (Deter).
El Inpe ya comunicó que la deforestación acabó con 920 kilómetros cuadrados de bosque en junio, un aumento del 88 % respecto al mismo periodo de 2018. Ese informe fue cuestionado por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y provocó la destitución del anterior director de esa institución, Ricardo Galvão, quien protagonizó una fuerte polémica con el mandatario.
Bolsonaro consideró que las cifras divulgadas por el Inpe "no corresponden a la verdad" y, a pesar de que reconoció que la deforestación va en aumento, estimó que no tiene lugar "de la forma en que se ha divulgado" y aseguró que esas informaciones "le hacen mucho daño" a Brasil.
Esta semana, el Gobierno brasileño designó como director interino del instituto encargado de medir la deforestación en la Amazonía a Darcton Damião, un oficial de las Fuerzas Armadas de Brasil.