La Corte Suprema de Brasil suspendió este miércoles la transferencia a una cárcel federal del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien permanece en la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, en el estado de Paraná.
Con diez votos a favor y uno en contra, el Tribunal Supremo ordenó la suspensión del traslado de Lula da Silva a la cárcel de Tremembé, en el estado de Sao Paulo, hasta que se juzgue un pedido de hábeas corpus que está pendiente de análisis.
La defensa del exmandatario recurrió al Tribunal Supremo para invalidar la orden de la jueza federal Carolina Lebbos, quien había autorizado este día la transferencia de Lula, de 73 años, a la cárcel de Tremembé.
Lula cumple una pena de 8 años y 10 meses de prisión por lavado de dinero y corrupción pasiva en el caso de un departamento triplex en Guarujá, una ciudad del estado de Sao Paulo, en el marco de la Operación anticorrupción Lava Jato. El exmandatario también fue condenado a otra pena de 12 años y 11 meses de cárcel por otro delito de corrupción, que aún no está confirmado en segunda instancia.
Desde su detención, el 8 de abril de 2018, Lula ha reiterado que la Justicia brasileña no encontró "ninguna conexión entre el apartamento" -cuya propiedad nunca se pudo constatar- "y supuestos desvíos de Petrobras".
"Nada han encontrado para incriminarme: ni conversaciones de bandidos, ni maletas de dinero, ni cuentas en el exterior", escribió Lula en un artículo publicado el pasado 7 de abril de 2019.
Los abogados del líder del Partido de los Trabajadores (PT) piden que se anulen las condenas impuestas por el exjuez Sergio Moro, actual ministro de Justicia brasileño, porque consideran que no actuó con imparcialidad a la hora de juzgar al expresidente.
El pasado mes de junio, el portal de noticias The Intercept Brasil reveló conversaciones del entonces juez Moro y los fiscales del caso Lava Jato, en las que acuerdan no paralizar la investigación en contra de Lula da Silva.
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