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Un lagarto varano ataca ferozmente a una pareja que intentaba salvar a su perro
Desde los servicios de emergencia indicaron que los afectados son afortunados, ya que las consecuencias del ataque del reptil podrían haber sido todavía más graves.
En Australia, una pareja ha sido hospitalizada tras sufrir un feroz ataque de una goanna, un lagarto de la familia de los varanos, cuando intentaban salvar a su perro.
El incidente ocurrió la tarde del jueves en Queensland, cuando el perro perseguía al reptil por el patio de la casa familiar y se desató una pelea entre los dos animales.
El propietario del can, de 72 años y cuya identidad no ha trascendido, intentó separar a su mascota y la goanna se lanzó contra él, mordiéndole en la pierna y aferrándose a uno de sus brazos. En ese momento intervino su mujer, quien también resultó mordida por el reptil.
A man has been seriously injured and his pet dog is believed to be dead after they were attacked by a goanna at a popular north Queensland holiday destination. https://t.co/deF28njcC5
— 10 News First (@10NewsFirst) 15 de agosto de 2019
Un portavoz de los servicios de emergencia describió el suceso como "terrible" y "extraño", debido a que no es común que las goannas ataquen a humanos.
"El hombre sufrió una laceración muy grave y una posible fractura de su antebrazo derecho, así como un sangrado severo por la herida en su pierna", por lo que tuvo que someterse a una operación quirúrgica, detalló el vocero.
El perro, de una raza de pequeño tamaño, sobrevivió al ataque, aunque también sufrió graves heridas.
La goanna es un animal carnívoro que puede llegar a medir casi 2 metros de largo y pesar hasta 4 kilogramos. Tiene garras y dientes "muy afilados", por lo que la pareja afectada fue afortunada, ya que las consecuencias podrían haber sido peores, dijo el supervisor del Servicio de Ambulancias de Queensland, Shane Tucker.
Dave Ryan, experto en reptiles, explicó que debido a la destrucción de su hábitat y la construcción de más áreas residenciales, muchos animales están siendo desplazados a zonas cada vez más pequeñas donde compiten por el escaso alimento que queda, por lo que recomendó a la población no molestar a las goannas en caso de encontrarse con una.
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