Después de 19 días con más de 100 migrantes rescatados a bordo, el Open Arms atraca en el puerto de la isla de Lampedusa en atención a una orden de la Fiscalía italiana, que ha ordenado la incautación del barco.
De esta forma, toda la tripulación tocará tierra firme y los 83 migrantes que aún estaban a bordo recibirán atención médica. Sobre ello, Oscar Camps, fundador de Open Arms, manifestó que la incautación temporal del navío es un costo que la organización asume para asegurar que las personas a bordo puedan ser atendidas.
Fue la propia organización sin ánimo de lucro, la que dio cuenta de su inminente llegada a tierra a través de sus redes sociales.
Luego que esta mañana casi una decena de los refugiados se hubiera arrojado al mar en un nuevo intento desesperado de llegar a nado hasta las costas italianas y de que España anunciara el envío de un barco militar para recoger a los rescatados y trasladarlos a un puerto de ese país, la visita al Open Arms del fiscal jefe de Agrigento, Luigi Patronaggio, dio un vuelco a la situación.
La decisión de la Fiscalía italiana llegó pocos minutos después de la partida del navío español, que se estimaba que tardaría unos tres días en llegar al punto frente a las costas de la isla italiana donde se encuentra la nave humanitaria.
19 días a la espera de puerto seguro
El Open Arms vagó por el Mediterráneo desde que el 2 de agosto rescatara a 160 migrantes. Desde entonces ni Malta ni Italia, los puertos más cercanos, se habían prestado para que la embarcación atracase en sus puertos.
Finalmente el pasado domingo empezó a haber movimiento, cuando el Gobierno español ofreció el puerto de Algeciras, al sur del país, para que el navío pudiese evacuar a su pasaje. Tras el rechazo de la ONG debido a la lejanía, el Gobierno regional de las Islas Baleares y el del Estado español ofrecieron al barco desembarcar en los puertos de Palma o de Mahón.
El capitán del Open Arms comunicó tanto a autoridades españolas como italianas que no tenían capacidad para continuar navegando "ni una hora más" debido a la situación tanto de la embarcación como del pasaje, por lo que dejaban el traslado de los recatados en manos de España e Italia, lo que condujo finalmente al ofrecimiento español.
Durante estas casi tres semanas, el Open Arms ha realizado evacuaciones médicas y los servicios jurídicos de la organización han adoptado las medidas legales para garantizar los derechos de las personas rescatados: han recurrido al Tribunal de Menores y a la Fiscalía de Palermo, al Tribunal Administrativo Regional de Lazio y al Fiscal de Agrigento.
Han sido precisamente estas gestiones las que consiguieron la suspensión de la prohibición de entrada en aguas territoriales italianas y la evacuación de los menores que seguían a bordo más de dos semanas después del rescate y, ahora, la decisión de la Fiscalía de incautar el barco y desembarcar inmediatamente a los migrantes en Lampedusa.