Científicos se sorprenden con la poca actividad física que necesitamos cada día para vivir más
Un estudio médico, publicado por British Medical Journal (BMJ) este 21 de agosto, revela que no es preciso practicar 'jogging' u otro deporte de alto impacto para aumentar la expectativa de vida. Toda actividad física, de cualquier intensidad, puede contribuir a nuestro bienestar, pues lo más importante es la frecuencia con la que se practique.
Los investigadores compararon los efectos en la salud de tres niveles de esfuerzo físico: ligero, como al permanecer de pie limpiando la casa o cocinando; moderado, como podrían ser las tareas de jardinería o el andar rápido; y vigoroso, como correr, jugar al futbol o realizar trabajos de carga y descarga de objetos pesados. El estudio evaluó durante un promedio de 5,8 años a 36.383 personas de EE.UU y de Europa occidental, todas mayores de 40 años.
Entre otras conclusiones, se determinó que el riesgo de muerte prematura aumenta en aquellos que permanecen sentados más de 9,5 horas al día. El dato es significativo, puesto que en investigaciones anteriores se ubicaba la línea de peligro en 6-8 horas.
Asimismo, se asegura allí que la mayor parte de la población mundial puede alcanzar fácilmente los niveles de actividad física suficientes para reducir al mínimo los riesgos. Según el estudio, se registró una mayor disminución del peligro de muerte —de entre 60 y 70 %— en dos de los rangos: el de los participantes que emprendían esfuerzos ligeros y aquellos que realizan una actividad física vigorosa.
En definitiva, con sus hallazgos los médicos parecen indicar a la sociedad que es muy buena idea no sentarse todo el día, moverse más y con mayor frecuencia.