El israelí Sagi Muki se convirtió este miércoles en el primer hombre de su país en ganar el Campeonato Mundial de Judo. Sin embargo, en la semifinal vivió un hecho particular, cuando su rival egipcio se negó a saludarlo.
Luego de caer en su enfrentamiento en el certamen que se desarrolla en Tokio (Japón), Mohamed Abdelaal se retiró del tatami sin darle la mano a Muki. "Lamento lo que sucedió", expresó el flamante campeón en la categoría de hasta 81 kilogramos, quien ya con la medalla dorada agregó: "Me complace haber podido mostrar el bello rostro de Israel".
Esta no fue la primera vez que ocurre un hecho similar entre judocas de estos países. Durante los Juegos Olímpicos de Río 2016, el egipcio Islam el Shehaby fue derrotado por el israelí Or Sasson y, tras hacer la obligatoria reverencia, se fue sin saludar al vencedor.
Después del incidente, se inició una investigación disciplinaria y el Comité Olímpico Internacional decidió que El Shehaby abandonara Río de Janeiro por su actitud "contraria a las reglas del juego limpio y el espíritu de amistad plasmado en los valores olímpicos".