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Alerta sanitaria en España por una toxina en las latas de atún de una cadena de supermercados
El brote ha sido detectado tras enfermar cuatro personas que habían ingerido una ensaladilla rusa elaborada con este atún.
España ha activado una alerta sanitaria por un brote de intoxicación alimentaria originado por la toxina botulínica. El origen se ha detectado en unas latas de atún en conserva comercializadas por la cadena de supermercados Dia, presente en el ámbito nacional.
El brote, del que ha alertado la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), se ha descubierto después de que enfermaran cuatro personas, de las que tres ya han sido dadas de alta hospitalaria. Todas ellas habían ingerido una ensaladilla rusa casera que había sido elaborada con el atún en cuestión.
El producto había sido comercializado en las regiones de Asturias, Castilla y León, Cataluña, Aragón, La Rioja, Murcia, Navarra, Castilla La Mancha y Valencia.
El artículo afectado, que ya ha sido inmovilizado y retirado de la venta al público, es una conserva de atún en aceite de girasol formato RO 900, de la marca Dia, con lote 19/154 023 02587 elaborado en Frinsa del Noroeste S.A. con fecha de consumo preferente 31/12/2022.
Detectado hace tres semanas
El 9 de agosto la Aesan tuvo conocimiento de una comunicación de las autoridades sanitarias de Castilla y León relativa a la intoxicación por toxina botulínica debido al consumo de atún en lata. Ese mismo día el organismo decretó la alerta a nivel nacional y este jueves se recibió el resultado de los análisis que confirman la presencia de la toxina en el producto sospechoso.
Este nuevo brote se produce después de que el 19 de agosto se estableciera otra alerta sanitaria a nivel estatal por un brote de listeriosis originado en Andalucía, con la fuente en una fábrica de procesamiento de carne de Sevilla, que ya ha propiciado tres víctimas mortales, cuatro abortos y casi 200 afectados en esa región española.
¿Qué es la toxina botulínica?
La toxina botulínica es una neurotoxina creada por una bacteria. Su consumo puede producir botulismo, una enfermedad caracterizada, entre otros síntomas, por la parálisis muscular progresiva, que puede llegar a causar la muerte si afecta a la función respiratoria.
Normalmente los síntomas de esta enfermedad –que incluyen dificultad para tragar o hablar, boca seca, visión borrosa o problemas para respirar– se manifiestan entre 12 y 36 horas después de que la toxina se haya ingerido. No se contagia de persona a persona y las autoridades sanitarias advierten de que si se tiene sospechas de que se tiene botulismo hay que buscar atención médica de urgencia para que disminuya el riesgo de complicaciones.
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