A pocos meses de asumir su mandato, en marzo de 2016, Mauricio Macri dio un discurso de apertura de sesiones en el Congreso Nacional. Fue ahí que prometió pobreza cero. Y especificó: "Para salir de la pobreza necesitamos más trabajo y menos inflación, que es la que devora el salario de los que menos tienen". ¿Qué hizo de todo lo que prometió? ¿Cuánto de lo que negó que haría terminó haciendo? Y por último, ¿por qué los planes que sí llevó adelante fracasaron?
Lo que dijo que haría (y no hizo)
- "Pobreza cero"
El primer paso del macrismo para reducir la pobreza fue medirla. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) había dejado de informar los datos de la Encuesta Permanente de Hogares en 2014, una medida muy criticada por varios sectores. En septiembre de 2016 volvieron a conocerse y se supo que había un 32 % de pobreza. En ese momento Macri dio otra definición política: "Este es el punto de partida por el que quiero y acepto ser evaluado como presidente". Lo declaró como si no hubiera ya gobernado nueve meses y eludiendo mencionar que —según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA— ya se habían generado desde su asunción 1,4 millones de pobres nuevos. Sin embargo, él mismo había citado pocos meses atrás a esa institución y su cifra de 29 % de pobres.
Ahora, a poco de terminar su primer mandato, los números convierten a la evaluación en sus propios términos en catastrófica: la pobreza está lejos de cero. Según el Indec, en el segundo semestre de 2018 el número de personas pobres volvió a subir al 32%y la indigencia a 6,7%. Para UNICEF, casi la mitad (48%) de los niños, niñas y adolescentes en Argentina son pobres.
- "Bajar la inflación"
Cuando todavía era candidato, Macri dio una declaración en Bahía Blanca que también quedó en la historia: "La inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar. En mi Presidencia la inflación no va a ser un tema, el desafío va a ser conseguirle trabajo a la gente", dijo. Durante el debate presidencial frente a su entonces contrincante Daniel Scioli prometió que bajarían la inflación a un dígito.
"Macri dijo que venía a cuidar la moneda y que la inflación era lo más fácil de bajar. La inflación no sólo no bajó, sino que se duplicó", explica a RT el economista Leandro Mora Alfonsín.
En 2016, el Índice de Precios al Consumidor, según el Indec, fue 36,2 %, mientras según el índice del Congreso fue 40,30. En 2017 fue 24,8 % o 27,1 %, respectivamente. Ya en 2018, según el Indec fue un 47,6 % más caro y según el del Congreso, 48,5 %.
En febrero de 2019 Macri dijo: "Nos está costando más de lo que imaginé, reconozco que fui demasiado optimista, pero el camino es bajar la inflación para generar desarrollo, generar empleo, terminar con la pobreza". Mientras repetía ese discurso y se acercaban las elecciones primarias, ya en junio las expectativas del Banco Central decían que a fin de año la inflación superaría el 40 %. Pero con las tormentas de después de las PASO y una devaluación en torno a un 25 % todavía no hay cálculos exactos del impacto sobre los precios.
Hay quienes le critican el concepto en general. Macri apostó a reducir la emisión monetaria y enfriar le economía (y así bajar la demanda) para bajar la inflación. Pero en la práctica la apuesta no funcionó y la inflación demostró ser un fenómeno multicausal y más complejo de abordar.
- "Generar empleo"
En todas sus premisas suponía que uno de los objetivos de su Gobierno era generar empleo. Sin embargo, la desocupación aumentó y hasta tocó los dos dígitos: 10,1 %, según el Indec.
Ya en abril de este año la actividad económica llevaba 12 meses de caída constante. En mayo la industria argentina funcionaba al 57,7 % de su capacidad. Además, el poder adquisitivo de los que sí tienen trabajo bajó estrepitosamente, entre la devaluación y los tarifazos (sólo en abril de 2018, los aumentos de servicios como luz, agua o gas habían aumentado más de un 1.000% y luego siguieron).
- "Invertir en Ciencia"
Tal vez el rubro de la ciencia y la tecnología sea el mejor para observar al momento de pensar en el largo plazo.
Durante la campaña se prometía "duplicar a 1,5 % del PBI la inversión en ciencia" y "que ser científico sea una de las profesiones más elegidas". Pero ya en 2019 se calcula que el ajuste en este aspecto fue de entre un 42 % en pesos y un 77 % en dólares comparado con 2015.
Lo que hizo (y dijo que no haría)
- El "cepo"
Cuando el Gobierno anterior estaba llegando a su fin, allá por 2015, muchas de las movilizaciones contra el oficialismo tenían como bandera el repudio al conocido como "cepo".
Se trataba de medidas de restricción a la hora de comprar la divisa y evitar, así, la fuga de dólares. Solamente se podía adquirir previa autorización en la entidad bancaria (para atesoramiento o para viajes) y la cantidad autorizada se calculaba en base a un logaritmo que no quedaba claro para nadie. Además de generar protestas, crecía el mercado paralelo y el dólar conocido como "blue", que tenía un valor superior (a veces del 50 %). Allí se movía toda la economía en negro, que en Argentina se calcula en torno a un 40 %.
El Gobierno de Macri tomó el descontento rabioso contra la medida como una bandera propia y levantó todas las restricciones para la compra de dólares a los seis días de asumir. Desde entonces se podían comprar dos millones de pesos argentinos en dólares: una cifra desorbitante para un ciudadano de a pie.
"Macri había prometido que se iba a salir del cepo, que no iba a ser necesario tenerlo porque la confianza del mundo con un nuevo gobierno iba a ser suficiente para una ola de inversiones que nos permitiera salir de su diagnóstico de estancamiento", relata a RT la socióloga e investigadora del CONICET Ana Castellani.
Mientras en noviembre de 2015 (cuando fue el balotaje electoral) el dólar oficial estaba a 9,74, hoy está a 58 pesos. Y tres años y medio de jurar que no lo haría, este domingo en la noche, por decreto, el Gobierno de Mauricio Macri estableció restricción en la compra de dólares hasta el 31 de diciembre: las personas físicas sólo podrán adquirir hasta 10.000 dólares por mes y las empresas tendrán que pedir autorización al Banco Central para cualquier compra de divisa.
En una entrevista televisiva el mismo domingo a la noche, el Ministro de Hacienda dijo: "Pero no son severas, 10.000 dólares no es poco, son 600.000 pesos".
- Precios cuidados
Durante su campaña electoral, Macri criticó los "precios cuidados", un programa que surgió durante el kirchnerismo por el cual el Gobierno establecía acuerdos con determinadas empresas para fijar precios de algunos productos. Así, por cada categoría de alimentos, cualquiera tenía la opción de acceder a una alternativa económica. Así, por ejemplo, una persona podía ir a la góndola de lácteos de cualquier supermercado y encontrar al menos una leche a un precio económico que estuviera dentro del plan. Al lado, encontraba el resto de variedades con otros precios.
"No van a hacer falta porque vamos a bajar la inflación", había dicho en un programa de televisión en el que le preguntaron sobre el programa 'precios cuidados' antes de ser presidente. Sin embargo, durante su Gobierno lo relanzó varias veces. La primera de ellas fue en marzo de 2016. Casi siempre funcionó mal: los productos aumentaban de precio, eran pocos o imposibles de encontrar.
En este mismo plan también en abril de 2019 relanzó (con nuevas condiciones) "Ahora 12", otro programa del kirchnerismo que permitía comprar determinados productos en 12 cuotas sin interés. Esa medida se había tomado para estimular el consumo y era muy utilizada: quien no podía comprar una heladera en efectivo, por ejemplo, podía acceder a ella pagándola en 12 cuotas sin interés.
- Deuda, reservas y déficit
Tampoco avisó en campaña que pensaba tomar la cantidad de deuda que tomó: ya para mitad de 2017 el Gobierno de Macri había emitido deuda por casi 100.000 millones de dólares y había superado el ritmo de endeudamiento de la dictadura militar. También, para ese entonces, se emitieron unos polémicos bonos a 100 años.
El macrismo argumentaba que con la deuda podría ir financiando el Estado hasta el momento en que llegara la ansiada "lluvia de inversiones". Además, que era su modo de mantener el dólar estable.
Sin embargo, nada se resolvió. "A pesar de haber tomado 188.000 millones de dólares y exponer al país un perfil de deuda bastante riesgoso, las reservas que hoy son 53.000 millones, netas te da menos de 16.000. Tenemos una fragilidad bastante interesante", explicó Mora Alfonsín.
En cuanto al déficit, explicó: "Dijo que lo iba a bajar y lo bajó, pero es medio engañoso, porque lo que bajó fue el déficit primario. El déficit financiero, que es el que considera los intereses de deuda, es bastante más alto que el que encontró e implica un problema a futuro". Y es que el déficit primario (diferencia entre ingresos y gastos) no toma en cuenta el dato de todo lo que el país debe.
- Impuesto a las ganancias
Sobre el salario de los trabajadores, Macri prometió en campaña: "No van a pagar impuesto a las Ganancias".
Sin embargo, se calcula que actualmente todavía lo pagan 2 millones de trabajadores. Recién con las "medidas de alivio" tomadas por el Ejecutivo tras las elecciones primarias de principios de agosto, anunció que modificarían el mínimo no imponible un 20%.
¿Por qué no funcionó?
Entre las frases célebres de Macri está la de "veníamos bien pero pasaron cosas". Sin embargo, por fuera del Gobierno las opiniones se dividen: entre los ultraliberales que sostienen que el problema fue "el gradualismo" (es decir, que el ajuste debería haber sido más profundo) y quienes consideran que el problema es la liberalización de la economía como proyecto en sí mismo.
Antes de las elecciones primarias, Macri había elegido creer en lo primero: "Si ganamos iremos en la misma dirección pero más rápido", había dicho. ¿Era viable social y políticamente?
Quizá el resultado de las urnas, muy negativo para el oficialismo, sea una posible respuesta. Y quizá también por eso varias de las medidas que se tomaron desde entonces "suenan" al gobierno anterior: un intento tardío (y que muchos consideran "insuficiente") de mover la economía.
Pero de la vereda contraria a los ultraliberales también hay críticas y respuestas diferentes a por qué no funcionó. En octubre de 2015, pocos días antes de las elecciones primarias, la socióloga Castellani posteó un tuit en el que predecía lo que sucedería si Macri llegaba a presidente. A casi cuatro años de entonces, el cuadro todavía está vigente para explicar casi todo lo que sucedió.
"Mauricio Macri no hizo una campaña electoral en 2015 diciendo que iba a venir a liberalizar la economía. Pero los que conocíamos las ideas de Macri con respecto a la economía en su rol empresarial ya sabíamos que su mirada era bastante ortodoxa, que iba a ir a un esquema de liberar por completo el tema cambiario y el mercado de capitales haciendo lo que llamamos una apertura boba: que entren y se vayan cuando quieran. Eso te deja muy vulnerable", explica ahora Castellani.
Sobre aquel entonces, relata: "Muchos sabíamos que lo que estaba diciendo Macri no era lo que iba a hacer, sino que iba a ir por una liberalización del mercado de capitales". Y recuerda que en Argentina ya existió esa experiencia durante la dictadura y la década del '90. "Era cuestión de saber cómo se habían dado procesos similares, el cuadro expresaba eso. Nunca me imaginé que se iba a dar de una manera tan rápida y con resultados con tanto costo social", opina.
Y amplía: "No puede haber un mercado de capitales completamente abierto, no puede ser que alguien se compre dos millones de dólares en un mes, eso no puede pasar más. La liberalización completa generó una especulación financiera a escala internacional que nos han dejado en una situación gravísima".
Y hay otro punto importante a destacar al momento de pensar por qué no funcionó el plan del Gobierno. Y es que Macri se cansó de repetir que había que "volver al mundo" y de prometer que si se mostraba confianza, lloverían las inversiones. Pero, ¿por qué el mundo no le respondió? "Creo que hay un sesgo ideológico muy fuerte, unas ideas fuerza atrás que creo que están erradas en general y en Argentina en particular", añade Castellani. Para la especialista en sociología económica, no se pueden pensar las medidas disociadas de las características socioeconómicas ni del contexto.
En los '90, el mundo era otro y quizá alguna de esas ideas hubieran encajado. Pero el mundo cambió. "Ahora está Donald Trump en el poder que tiene una idea proteccionista e incluso hay una guerra comercial entre China y Estados Unidos. Macri no sólo no comprendió la dinámica sociopolítica argentina, sino que planteó una entrada a un mundo que no iba para dónde él necesitaba que fuera", considera.
De todos modos duda de si lo que hicieron puede siquiera llamarse 'gradualismo': "De entrada se le da un sablazo fuerte a los ingresos sacando las retenciones a los exportadores y otras cuestiones que dejaron al fisco muy desfinanciado".
Y es que el "conflicto del campo" durante el kirchnerismo es casi tan simbólico como la crisis en torno al supuesto "cepo". El conflicto con las entidades agropecuarias por el intento de establecer retenciones móviles a las exportaciones había sido de los más críticos de los últimos años. "Han construido una bandera que se cristalizó con total claridad en 2008 y hasta el día de hoy constituye uno de los temas claves porque las bases agropecuarias sienten que el Estado les mete la mano y se apropia de algo que es de ellos", explica Castellani.
Con esa lógica, Macri anunció a pocos días de asumir "retenciones cero" (salvo para la soja). De ese modo, creía, estimulaba que liquidaran las exportaciones. Pero tampoco lo pudo mantener: en septiembre de 2018 volvieron las retenciones (aunque no fueron móviles y fueron en pesos). "En este país que exporta un conjunto de bienes relacionados con la alimentación de la población, directa o indirectamente eso tiene una incidencia en los precios de la canasta básica", afirma Castellani. Por eso el debate siempre vuelve a estar en el centro.
Este domingo, mientras se restringió la compra de dólares también —y a contramano de todas las estrategias hasta entonces— se obligó a los exportadores a liquidar divisas. Es decir, todo eso que hasta ahora podían dejar en la moneda que quisieran y donde quisieran, ahora no más: están obligados a vender las divisas en un máximo de cinco días hábiles después del cobro.
A menos de 60 días de las elecciones generales, Macri tiene el desafío de (además de responsabilizarse y remontar una crisis económica de magnitudes) lograr explicar cuál es el proyecto de país que propone en su rol de candidato.
Julia Muriel Dominzain
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