'Fiebre verde': ¿por qué el dólar se transformó en una moneda decisiva para Argentina?
Las imágenes se replican en todos los bancos de Argentina: ahorristas haciendo fila para comprar dólares a casi 60 pesos la unidad, una cifra récord. En las últimas semanas, dada la actual inestabilidad económica, la divisa extranjera se convirtió en el bien más perseguido por una gran parte de la sociedad que, día tras día, sufre la perdida de valor en su salario.
El dólar, que regula la inflación de precios dada la matriz productiva del país, se disparó tras las elecciones primarias del pasado 11 de agosto. Esa noche, los resultados dieron como amplio ganador al candidato opositor por el 'Frente de Todos', Alberto Fernández. Desde entonces, los mercados internacionales perdieron la confianza en la actual administración de Mauricio Macri y el aluvión económico no se detuvo, afectando de manera directa la cotización en los tipos de cambio.
Pero no es la primera vez en la historia argentina que la moneda de los EE.UU. se vuelve un refugio para los ciudadanos y un desafío para los líderes políticos. A lo largo de diferentes periodos, se puede apreciar cómo la divisa penetró en estratos sociales que —en sus inicios—, no participaban del mercado cambiario, a la vez que utilizaban su valoración para medir la gestión del Gobierno de turno.
La 'popularización' del dólar
Mariana Luzzi y Ariel Wilkis son doctores en sociología e investigadores en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Ambos se especializan en el estudio de los fenómenos monetarios que atraviesan constantemente al país sudamericano. Recientemente, los especialistas publicaron el libro 'El dólar. Historia de una moneda argentina', en donde repasan 89 años (1930-2019) de política económica con la moneda extrajera como protagonista.
Respecto a las razones de por qué optaron por la década del '30 para iniciar su tesis, la especialista Mariana Luzzi detalla que, en esos años, se estableció por primera vez un control de cambios en Argentina.
"Consultando diarios del año '70, época en donde presuntamente nació la impronta del dólar en la sociedad, nos dimos cuenta que ya nombraban a la problemática cambiaria como algo crónico. Es decir, había que ir a rastrear en el pasado las raíces del conflicto. Fue así que llegamos hasta 1931. Allí, en el marco de una crisis mundial, el Estado decide acceder por primera vez al mercado cambiario y fijar una cotización junto a la moneda local", describe a RT Luzzi.
En aquel entonces, puntualiza la especialista, se entabló una discusión entre funcionarios del gobierno y empresarios respecto del valor que debían tener las divisas, en especial la libra esterlina, dada la relación comercial con el Reino Unido. "Antecedentes de una discusión que comenzaría a estar cada vez más presente en la cotidianidad de la clase política dirigencial", asegura la profesora universitaria.
En los años posteriores, a fines de los '50, es cuando los investigadores consideran que se lleva a cabo la "popularización del dólar", posibilitando que ciudadanos que se encontraban por fuera del circuito financiero, accedan a él con la compra de dinero extranjero.
"Es importante aclarar que con esto no nos referimos a que se vuelve popular en el sentido de que se convierte en una moneda de los sectores más desfavorecidos. Sino que empieza a instalarse cada vez más porque se masifica progresivamente. Su cotizacion deja de ser una información confinada en la parte de atrás de los diarios, como información meramente técnica, y pasa a figurar de manera recurrente en las secciones principales", describe Luzzi.
Frente a esto último, la socióloga resalta un ejemplo ilustrativo: en esos años, el diario Clarín —por entonces uno de los matutinos más leídos—, publicaba una serie de notas a las que titulaba como 'Lomo dólar'. Allí, el periódico comparaba el aumento de la carne con el de la divisa. "La referencia del dólar iba desbordando los círculos de los expertos en finanzas y corporativos y comenzaba a penetrar en espacios domésticos de otra clase, como las amas de casa o simples trabajadores", ejemplifica la profesora.
En la década del '60, una recesión económica similar a la actual, con un alto índice de inflación, va a complejizar el escenario social. Esa situación, explica la investigadora, tendrá como primer antecedente la llegada de las especulaciones financieras por parte de los ciudadanos. "Se concibe que el trabajador que tiene recursos para comprar o vender en el momento preciso, puede hacer una diferencia. Es decir, la moneda extranjera como un refugio cuando el salario se desprecia", asevera.
Para inicios de los '80, las imágenes en las casas de cambio serán idénticas a las de la actualidad: personas de estratos sociales heterogéneos buscando una ganancia con su sueldo en pesos.
"En el dólar los argentinos encontramos un número que nos permite interpretar una realidad. Entonces, cuando sube —y nos alarmamos—, pensamos inmediatamente en nuestra economía, pero sobre todo hacemos una valorización sobre la política de gobierno actual. El mercado cambiario funciona hoy como una institución política", afirma Luzzi.
Restricciones cambiarias
En referencia a la premisa de Mariana Luzzi, sobre la valoración que la sociedad le otorga al Gobierno en base a la política que aplique con la la divisa extranjera, la última decisión monetaria de Mauricio Macri despertó ciertos rechazos.
Desde el Ejecutivo restringieron la compra de dólares a los usuarios con un tope máximo de hasta 10.000 unidades mensuales. Medida denominada como 'cepo cambiario' y que el mandatario siempre criticó a otros partidos políticos que coincidían con este tipo de control. La decisión tiene como meta reducir la demanda de la moneda americana, determinante en el aumento de su valor.
La divisa como rol central de la política
Por su parte, Ariel Wilkis ilustra que la dolarización en la sociedad puede cristalizarse también a través del mercado inmobiliario. En 1965, por primera vez, se vendió en el país una propiedad a un valor comprendido en moneda extranjera. Al mismo tiempo en esos años, el investigador afirma que se afianzó la incorporación de segmentos sociales cada vez más bajos a los mercados cambiarios.
"En aquel periodo, las medidas del gobierno, como la liberización de la economía y el endeudamiento externo, hicieron posible que haya una gran disposición de divisas en la sociedad y que se convierta en una forma de ahorro para actores hasta entonces nuevos como eran los jubilados y trabajadores. Es decir, se agudiza su popularización", concibe Wilkis.
Pero hay una época que el sociólogo considera crucial para comprender las relación entre los argentinos y la moneda de los EE.UU. Durante la década de los '90, con la llegada de la convertibilidad (un dólar igual a un peso), se "legaliza la presencia de la divisa en las transacciones más cotidianas".
"Adquiere un estatus de ley, donde el Estado reconoce que el dólar y el peso son monedas equivalentes. El sistema bancario va a ser un propulsor del uso del tipo de cambio como instrumento de ahorro e inversión", detalla el especialista.
En cuanto a su conclusión de qué representa hoy el dólar para el país sudamericano, Wilkis asegura que su uso adquiere una doble dimensión: "Una parte muy pequeña de la sociedad lo incorpora como parte de su repertorio en practicas financieras (ahorros, inversiones, etc), pero el 100% de la sociedad lo utiliza a modo de interpretación económica y política. Desde 1983, todos los periodos presidenciales tuvieron a la divisa jugando un rol central. Desconocer lo que ocurría en el mercado cambiario era renunciar a comprender el contexto actual de Argentina", finaliza el co-autor del libro.
Facundo Lo Duca
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