El Ministerio de Defensa de China ha anunciado a través de un comunicado, publicado este viernes, que el destructor de misiles guiados el USS Wayne E. Meyer "ha entrado" en las aguas territoriales de las Islas Paracelso sin el permiso del Gobierno chino.
Después de que este barco entrara en esta zona en disputa entre China y Vietnam, aparatos de la Fuerza Aérea y navíos chinos lo siguieron, advirtiéndole que debía abandonar las aguas que Pekín considera soberanas.
"Queremos repetir una vez más que China tiene derechos soberanos innegables sobre las islas en el mar de la China Meridional y sobre las aguas cercanas; ningún buque de guerra extranjero podrá cambiar esta situación con ninguna provocación", reza el comunicado.
Zona en disputa
El mismo buque de guerra navegó a menos de 12 millas náuticas (22,2 kilómetros) de Mischief y Fiery Cross, arrecifes en las islas Spratly, otro archipiélago reclamado por Pekín como parte de su territorio.
Según explicó entonces Reann Mommsen, portavoz de la Séptima Flota de la Armada de EE.UU., a la que pertenece este navío, su misión consistió en "desafiar los excesivos reclamos marítimos y preservar el acceso a las vías fluviales según lo regula el derecho internacional".
Mommsen también reiteró que se trataba de una de las frecuentes operaciones navales legales realizadas por su país alrededor del mundo.
- Las Islas Paracelso están a 230 kilómetros al sur de China, que desde el año 1974 controla este archipiélago. Sin embargo, Vietnam también expresa sus derechos sobre dichas islas, lo que genera una constante tensión en la región.
- Pekín está construyendo islas artificiales y desplegando infraestructura militar en los archipiélagos de Spratly y Paracelso para consolidar su dominio sobre ellos, pese a las protestas encabezadas por sus vecinos y por EE.UU., que temen la creciente influencia del gigante asiático en la región.
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