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Único en Latinoamérica: ¿cómo será el primer centro argentino para tratar el cáncer con protones?

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Servirá para eliminar tumores de difícil acceso sin comprometer tejidos sanos, y se espera que esté terminado a mediados de 2021.
Único en Latinoamérica: ¿cómo será el primer centro argentino para tratar el cáncer con protones?

La construcción del Centro Argentino de Radioterapia Protonterapia (CEARP) confirma que ese país sudamericano sigue siendo un referente de la lucha contra el cáncer en la región. En principio, el lugar se inaugurará a mediados de 2021, y servirá para tratar tumores complejos de difícil acceso, siendo el único de su tipo en toda América Latina. 

La obra, que cambiará la historia de la salud argentina, está a cargo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), ambas instituciones del Estado. Para llevarla a cabo, las autoridades de esa nación recurrieron a la empresa belga IBA, una firma de gran trayectoria produciendo los sofisticados equipos que se necesitan para este tipo de prácticas sanitarias. 

El futuro establecimiento, cuya edificación comenzó en julio de este año, se localizará en un predio de la UBA, en plena capital. Además, tendrá una superficie de 7.500 metros cuadrados y contará con dos salas destinadas a pacientes, sumadas a otras áreas para la investigación y desarrollo de la actividad. Su ubicación es estratégica: se instalará en el barrio de Agronomía, a pocos metros del Instituto Roffo, otro centro de salud dependiente de esa universidad pública y gratuita, especializado en tratamientos oncológicos desde 1912. Así, los médicos y expertos de esa entidad estarán disponibles para el proyecto, tan vital para el continente.

Uno de los especialistas que se abocarán al nuevo centro para tratar cánceres complejos es Pablo Menéndez, director del área de Terapia Radiante en el Roffo, quien nos explica en conceptos más claros de qué se trata el proyecto y por qué es importante. 

Así se combate la enfermedad

El cáncer es la segunda causa de muerte en muchos países, y también en Argentina. Por eso, "todos los avances en términos de tratamientos y resultados siempre son bienvenidos", celebra el experto. Para tratar los tumores, es decir, los tejidos alterados por la enfermedad, hay tres maneras clásicas: la cirugía, los métodos oncológicos o sistémicos —que incluyen drogas y quimioterapia— y la radioterapia. Según detalla Menéndez, aproximadamente la mitad de los pacientes oncológicos requieren esta última práctica en alguna etapa de su tratamiento. 

Pablo Menéndez, director del área de Terapia Radiante en el Instituto Roffo y participante del nuevo proyecto.
Pablo Menéndez, director del área de Terapia Radiante en el Instituto Roffo y participante del nuevo proyecto.
"Nuestra especialidad se basa en la capacidad de apuntar y tirar. Con la radiación tradicional se pueden eliminar los tumores, pero hay toxicidad para los tejidos sanos. Si sumamos la protonterapia, hay más precisión y se pueden tratar cánceres complejos en zonas de difícil acceso".

Pero, ¿qué es la radioterapia? El entrevistado explica que "se emplea radiación", es decir, la emanación de energía "concentrada en las áreas de interés, como los tumores". El objetivo es eliminarlos: "Suministramos dosis sucesivas y van muriendo las células tumorales, mientras los tejidos normales pueden recuperarse". Esta técnica también "inhibe la reproducción, por ello sirve para controlar la diseminación". En otras palabras, limita la expansión del cáncer hacia otras partes del cuerpo.

¿Qué va a solucionar el Centro Argentino de Radioterapia Protonterapia? 

"En verdad, el cáncer es un grupo de enfermedades con comportamientos similares, pero que tienen sus particularidades. Con base en ellas, se define cuál es el tratamiento más eficiente. Algunas se tratan íntegramente con radiación, y tienen curación", profundiza el doctor. La gran dificultad de esta técnica, solucionable en gran medida gracias a la instalación del centro de atención en Buenos Aires, es que los tumores situados cerca de órganos delicados son más difíciles de tratar

Sobre ello, el experto señala: "Un tumor puede estar en un tejido y luego, a través de la sangre, tener una segunda instancia de crecimiento en un tejido alejado. Además, cuando ese tumor está situado muy cerca de órganos críticos con poca tolerancia a la radiación, la resolución técnica es mucho más difícil. Si bien tenemos herramientas muy eficientes para concentrar la radiación en el tumor, nunca la dosis que va a los tejidos cercanos es cero". Y aunque se tenga medida cuánta radiación tolera cada parte del organismo, siempre se generan efectos secundarios, o algunos leves impactos.

Pablo Menéndez, director del área de Terapia Radiante en el Instituto Roffo y participante del nuevo proyecto.
Pablo Menéndez, director del área de Terapia Radiante en el Instituto Roffo y participante del nuevo proyecto.
"Argentina es un pilar regional en la lucha contra el cáncer, personas de todo el continente se forman acá y trabajan como médicos en Latinoamérica. Tenemos gran tradición en el desarrollo de tratamientos y seguramente el nuevo centro será un aporte para la salud pública".

"En nuestra especialidad hay mucho de la cuestión balística. ¿Dónde está el tumor? ¿Es extendido o pequeño? ¿Qué porcentaje del órgano afectado abarca? En todo eso, la técnica que se usa para aplicar la radiación emplea distintos equipos diseñados para cada tipo de situación", destaca.

Revolución en salud para la región

Así, dentro de dos años Latinoamérica tendrá un lugar donde se podrá acceder a esos puntos complicados del cuerpo humano, sin involucrar otras partes sanas. A diferencia de la radioterapia tradicional, que suele emplear fotones —rayos 'X' de alta energía—, este innovador sistema utiliza protones, que son núcleos de átomos de hidrógeno.

Dicho de un modo simple, es un mecanismo que favorece mucho más la precisión, fundamental para "una especialidad que reposa en la capacidad de apuntar y tirar", destaca Menéndez. Asimismo, permite controlar mejor el manejo de la intensidad de la dosis, y la protección de los tejidos que no padecen afecciones.

Según detalla, el uso de radiación en la medicina "tiene más de 100 años de evolución". De hecho, con los avances de la tecnología en computación y la mejora en la calidad de imágenes, "se van nutriendo los nuevos equipos y técnicas empleadas, reduciendo la toxicidad", subraya.  

¿Los tratamientos serán gratuitos?

Menéndez comenta que todavía no se han debatido las cuestiones económicas de la atención médica, es decir, quién afrontará el gasto. Por lo tanto, se desconocen detalles acerca de la posible gratuidad en los tratamientos, aunque todavía faltan casi dos años para su apertura y antes, tal vez, haya un cambio de Gobierno. Habrá que esperar. 

"Este será un centro de muy alto costo operativo. Es muy poco frecuente, tiene alta tecnología y su construcción es todo un evento. No es instalar un equipo y ponerlo en una sala, requiere una obra civil para colocar un artefacto que es muy grande. Naturalmente, eso tiene precio", aclara. 

Sin embargo, el Instituto Roffo funciona así: "Recibimos muchos pacientes derivados de otras provincias, o de la misma zona, con casos complejos que no se pueden tratar en sus respectivas localidades. En un marco de autogestión, si la persona tiene cobertura médica, se utiliza para que el hospital obtenga recursos que le permitan financiar el tratamiento de pacientes carenciados. Es un sistema mixto". ¿Será igual?

"Podemos aportar conocimiento a la comunidad internacional"

Para el médico, el país del Cono Sur "es referencia en la materia porque existe una larga tradición en hospitales oncológicos". Asimismo, destaca que alumnos de distintos países de la región van al Roffo a formarse, "no solo en aspectos médicos, también en aspectos físicos", y luego desarrollan sus conocimientos en otras naciones del continente. Al respecto, comenta que en la radioterapia "el trabajo del médico y el físico en conjunto es muy importante para definir los tratamientos". 

Por eso, "si se compara históricamente con otros países de la región, Argentina tiene desarrollo en técnicas nucleares diversas, con reactores y generadores de radioisótopos". Y cierra: "Un proyecto como este trae una herramienta muy importante, que será utilizada en la salud pública. Va a posibilitar procesos de formación de recursos humanos, que permitirá a más personas formarse con nosotros. Podemos ser fuente de conocimiento para la comunidad internacional". 

¿Se cumplirán las expectativas?

El cáncer en cifras

La Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que en 2018 esa nación sudamericana tuvo una tasa de incidencia de 218 casos sobre una base poblacional de 100.000 personas, calificada como una cifra "media-alta", superando la mitad de tabla.

La lista es encabezada por Australia, con 468, seguida de Nueva Zelanda, Irlanda, Hungría, EE.UU., Bélgica y Francia. En Latinoamérica, el país más afectado es Uruguay, con un índice de 263.

Si analizamos la tasa de mortalidad, la nación con mayor cantidad de fallecimientos en el mundo, por cualquier tipo de cáncer, es Mongolia: el año pasado se registraron 170, bajo el mismo sistema de medición. En América Latina, nuevamente aparece primero Uruguay, con un índice de 131, seguido por Barbados (122), Jamaica (120), Cuba (112) y Argentina (105). 

Leandro Lutzky

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