Las diferencias en los ingredientes utilizados en productos comestibles fabricados por las mismas marcas en el Reino Unido y en EE.UU. fueron motivo de análisis de una crítica de la industria alimenticia, quien definió a los consumidores norteamericanos como "ratas de laboratorio".
La estadounidense Vani Hari, conocida como Food Babe, explicó que en Europa se utilizan menos ingredientes nocivos para la salud gracias al "principio de precaución" que los prohíbe u obliga a añadir etiquetas de advertencia en los envases. En EE.UU., en cambio, los productos potencialmente riesgosos se usan hasta que esté probado que son dañinos.
El análisis de Hari comenzó con las papas fritas de McDonald’s. En el Reino Unido son preparadas con papa, aceite y dextrosa, mientras que la sal se agrega después de cocinadas. En EE.UU. se utilizan los mismos ingredientes, aunque están hechas con 'sabor natural de carne de res' y pirofosfato ácido de sodio, a la vez que se fríen en aceite con el agente antiespumante dimetilpolisiloxano.
Por eso, la especialista se preguntó por qué en su país se usan tantos ingredientes adicionales que fueron eliminados en el extranjero.
Polémica por la frutilla
Aunque los paquetes de la avena instantánea de Quaker anuncien frutillas y crema, en EE.UU. utilizan 'piezas de frutas de sabor y colores', compuestas por manzanas deshidratadas, sabor artificial, ácido cítrico y un tinte que también es artificial. No tienen ninguna frutilla.
Quaker no comercializa este producto en el Reino Unido y lo más similar de la marca es una avena que incluye frutillas reales.
El color de la bebida
En este caso, la comparación fue realizada con la bebida Mountain Dew, que en el Reino Unido obtiene su color amarillo brillante del beta caroteno, un pigmento natural derivado de zanahorias y otras plantas.
Distinta es la situación en EE.UU., donde la tonalidad no se logra de manera natural, sino a través de una tintura a base de petróleo. Hari afirmó que los colorantes artificiales son comunes en ese país, aunque no sean seguros para la ingesta, por lo que recordó que fueron relacionados con graves problemas para la salud y hasta podrían estar contaminados con agentes cancerígenos.
Además, señaló que la versión estadounidense contiene aceite vegetal bromado, que está prohibido en Europa.
El caso del kétchup
La marca Heinz produce esta salsa de manera distinta. Mientras que en el Reino Unido no incluye organismos modificados genéticamente (OMG), sí lo hace en EE.UU., donde el kétchup también incorpora un 'sabor natural' producido en laboratorio que ayuda a crear una adicción.
Distintos componentes, igual resultado: "Horribles"
Las dos versiones de Doritos que evaluó Hari fueron definidas como "horribles". En el caso estadounidense, incluyen colorantes artificiales hechos a base de petróleo, que están contaminados con productos cancerígenos como la bencidina. En el Reino Unido, la única diferencia es que los envases llevan una etiqueta que advierte que pueden tener "un efecto adverso en la actividad y la atención de los niños".
Además, los Doritos británicos están hechos sin OMG, mientras que los estadounidenses incluyen maíz OMG con glifosato.
La última comparación fue la de los cereales de Kellogg’s. Para su producción, en EE.UU. se utiliza el conservante butilhidroxitolueno, que fue vinculado con el cáncer y hasta podría causar problemas hormonales. Por eso, está prohibido en Europa y la marca no los usa en sus artículos.