Policía mata en EE.UU. a un migrante mexicano tras entrar en la casa equivocada y ahora afirma que no tenía derechos constitucionales
La esposa de Ismael López y los abogados de la ciudad de Southaven (Misisipi, EE.UU.) están inmersos en una batalla legal, después de que el hombre muriera a manos de unos policías de la urbe, aunque no cometió ningún crimen. Los representantes de Southaven tratan de demostrar ante el tribunal que López —siendo un inmigrante irregular— no dispone de los mismos derechos constitucionales que los ciudadanos estadounidenses.
El hecho tuvo lugar el pasado 24 de julio de 2017. Según informó este viernes The Washington Post, aquel día la Policía respondió a un reporte sobre violencia doméstica, pero por error entró en la casa equivocada y atacó a López —ciudadano mexicano— en su caravana. A consecuencia de una herida de bala, que recibió en la cabeza, el hombre, de 41 años, falleció en el lugar.
Argumentos
Tras el suceso, el pasado mes de junio la viuda, Claudia Linares, también de nacionalidad mexicana, afirmó en una demanda que los agentes Samuel Maze y Zachary Durden no se identificaron, por lo que su esposo no sabía que estaba ante unos policías, y exigió una indemnización que supera los 20 millones de dólares.
Sin embargo, los abogados de la ciudad aseguran que el fallecido era un inmigrante indocumentado, lo que le priva de la protección de la Constitución. "Ismael López podría haber sido una persona en el territorio americano, pero no era uno de 'Nosotros, el pueblo de Estados Unidos' y [por lo tanto] no goza de los derechos civiles invocados en la demanda", declaró a principios de septiembre en una carta la abogada Katherine S. Kerby.
Por su parte, el abogado de la familia, Murray Wells, precisó durante una rueda de prensa este 26 de septiembre que la ciudad debería "haber asumido la responsabilidad" por el suceso para que todos pudieran "avanzar".
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