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Parlamentarias en Austria: proyectan una holgada victoria para el canciller destituido Kurz
El conservador Sebastian Kurz había sido separado de su cargo este año junto con todo su Gobierno de coalición en una destitución histórica a causa del denominado 'caso Ibiza'.
Sebastian Kurz, del Partido Popular Austríaco (ÖVP, por sus siglas en alemán), aparentemente recobrará el cargo de canciller del que fue destituido en mayo, de acuerdo con las proyecciones de las elecciones parlamentarias para las que este domingo fueron llamadas 6,4 millones de personas a votar.
Según los resultados preliminares, divulgados por el Ministerio del Interior del país, el ÖVP recibió el 38,4% de los votos frente al 21,5% de la agrupación política más cercana (los socialdemócratas), una holgada victoria que significaría el retorno de Kurz, de 33 años, pero le obligaría de todas formas a confeccionar una coalición para poder gobernar.
Con el 17,3 % de los sufragios, en el tercer lugar se ha situado al Partido de la Libertad (FPÖ), con el que la agrupación de Kurz se encontraba en coalición hasta mayo, cuando dos altos cargos del FPÖ —entre ellos Heinz-Christian Strache, entonces vicecanciller austríaco— protagonizaron el escándalo por el denominado 'caso Ibiza'.
En concreto, Strache y un subalterno sostuvieron una reunión en julio de 2017 con una mujer que se hizo pasar por la sobrina de un oligarca ruso en una mansión de Ibiza, España. En el encuentro, grabado con cámara oculta, el político del FPÖ discutió sobre donaciones para su campaña electoral a cambio de contratos gubernamentales.
Tras las renuncias de estos funcionarios y la subsecuente caída del Gobierno, se convocaron para este 29 de septiembre elecciones anticipadas, unos comicios en los que, según los actuales resultados proyectados, el ÖVP resurgiría aún más fuerte que en las elecciones que le dieron el pasado mandato.
Con el 14,0 %, el partido de los Verdes, por su parte, también parece afianzar su presencia en el Parlamento, mientras que los socialdemócratas (SPÖ) se mantienen en el segundo puesto pero pierden fuerza ante el ÖVP, con su postura conservadora y demócrata cristiana en general crítica en cuestiones como la inmigración, la homosexualidad y otros grupos tradicionalmente marginados.
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