Más de veinte organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles de Chile convocaron para este lunes a una huelga general en contra del aumento del boleto del metro, y para denunciar "la represión y el uso de la fuerza desmedida".
La concentración más importante ocurre en Santiago, la capital del país suramericano, que se encuentra militarizada luego de un fin de semana de extrema tensión y enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros.
En horas de la tarde, el Gobierno de Sebastián Piñera anunció por tercera noche consecutiva el toque de queda en la región Metropolitana y otras ciudades de Chile. En Santiago se iniciará a las 20.00 (hora local) y estará vigente hasta las 6.00 del martes.
Desde el mediodía, miles de personas se concentraron de forma pacífica en la plaza Italia, en el centro de la Ciudad, al grito de "Chile despertó" y "que se vayan los milicos [militares]".
En otras zonas de Santiago el clima se empezaba a tornar tenso cerca de las 14.00. En el distrito de Providencia, en inmediaciones del Parque Bustamante, las fuerzas policiales comenzaron a lanzar gases lacrimógenos, e intentaron desalojar a los manifestantes con carros hidrantes.
En medio de una serie de denuncias por abusos policiales, este lunes se han reportado oficialmente un total de 11 muertos desde que se iniciaron las protestas, el pasado 17 de octubre.
En tanto, un total de 2.151 personas fueron privadas de su libertad por "desmanes", según anunció este lunes la Fiscalía de Chile.
Aumento, tensión y marcha atrás del Gobierno
Tras varios días de manifestaciones y la declaración del toque de queda por parte del Gobierno chileno, el presidente Sebastián Piñera decidió la noche de este sábado dar marcha atrás con la suba de los pasajes del metro en la ciudad de Santiago, y dijo que había escuchado "con humildad la voz de la gente".
El mandatario anunció que convocará "a los otros poderes del Estado para conocer sus opiniones y propuestas para enfrentar esta difícil situación".
Un día después, el presidente dijo que Chile está "en guerra contra un enemigo muy poderoso". Sin embargo, el jefe de la Defensa Nacional y encargado del estado de emergencia en la región Metropolitana, Javier Iturriaga, lo contradijo, al afirmar que no está "en guerra con nadie".
Sin embargo, las protestas continuaron el domingo y Piñera decretó un nuevo toque de queda, apelando a un mayor despliegue de las fuerzas militares y de seguridad.
"Evasión masiva", primera respuesta contra el Gobierno
Frente al incremento tarifario del metro de Santiago, la semana pasada jóvenes estudiantes llamaron a realizar una "evasión masiva" de los vallados en todas las estaciones, para no pagar boleto, que subió 800 pesos chilenos (1,20 dólares).
La respuesta oficial fue sumar más policías en las estaciones y criminalizar la protesta, así como detener y golpear a los estudiantes.
Con el correr de las horas, la bronca contra el Gobierno y la violencia en las calles recrudeció. Durante tres días, se registraron incendios en terminales del metro, ataques a edificios públicos y saqueos en supermercados.
Lo que comenzó como un rechazo al aumento del boleto de subtes, tomó mayor trascendencia y las razones de las protestas se ampliaron. Los estudiantes y los sindicatos apuntan contra la creciente desigualdad en el país.
De acuerdo a un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el 1 % más acaudalado de Chile se quedó con el 26,5 % de la riqueza en 2017, mientras que el 10 % más rico concentraba dos terceras partes (66,5 %). En tanto, el 50 % de los hogares menos favorecidos accedió solo al 2,1 % del dinero que generó el país.