Este martes, la ciudad de Santiago de Chile es el escenario de nuevos enfrentamientos entre carabineros y manifestantes, en el centro de la capital, tras una nueva convocatoria a protestar frente al palacio presidencial de La Moneda en contra de las políticas neoliberales del Gobierno.
En el décimo segundo día de protestas, en las calles se observan vehículos y elementos policíacos que cercan a los manifestantes, mientras algunos de ellos corren para escapar de la represión o responden lanzando piedras y cohetones.
En Santiago también se observan densas columnas de humo, en medio del sonido de sirenas y de las personas que golpean cacerolas en señal de protesta, a pesar de los cambios de gabinete y las reformas anunciadas este lunes por el presidente de ese país, Sebastián Piñera.
El subsecretario del Interior chileno, Rodrigo Ubilla, informó este martes que en el marco de las protestas en Chile se contabilizan 1.406 lesionados, entre ellos, 876 policías y 530 civiles, en el lapso del 20 al 27 de octubre.
Ubilla detalló, además, que se ha imputado a 997 personas por su presunta participación en destrozos, incendios, saqueos o enfrentamientos con las fuerzas del orden.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), ente público pero independiente que monitorea las protestas, ha señalado que hay más de 3.500 personas detenidas desde el 17 de octubre. De ellas, más de 1.100 han sido heridas y de estas, casi 600 están lesionadas por armas de fuego de distinto tipo.
Un total de 19 personas han fallecido en el contexto de las protestas antigubernamentales, en las que la Administración de Piñera ha sido señalada por el uso excesivo de la fuerza.