El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció que su país no será sede del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) ni la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 25 (COP 25) como estaba previsto, debido a la tensión social y política que sacude a esa nación del Cono Sur desde los últimos días.
En efecto, el mandatario explicó que se cancela la condición de anfitrión "dadas las circunstancias de las últimas semanas". A su vez, el líder de la derecha local explicó: "Hemos basado nuestra decisión en un sabio principio de sentido común".
Sin embargo, Piñera no ocultó su malestar por tomar una definición tan determinante para la política internacional: "Esta ha sido una decisión muy difícil, nos causa mucho dolor, porque entendemos la importancia que significa APEC y la COP para Chile y el mundo", lamentó.
"Cuando un padre tiene problemas, hay que privilegiar a la familia"
Entre sus argumentos, el dirigente sudamericano hizo una comparación de la crítica situación social con un conflicto familiar: "Cuando un padre tiene problemas, siempre tiene que privilegiar a su familia. Como un presidente tiene que privilegiar a sus compatriotas".
Al instante, el diputado del Partido Socialista Jaime Naranjo opinó que "el país va a tener que hacer un trabajo tremendo para mejorar su imagen internacional".
Horas antes, se había dado a conocer la noticia de que el presidente ruso, Vladímir Putin, no asistiría a la APEC. Además, 40 eurodiputados plantearon en una carta a la Unión Europea (UE) que se pidan explicaciones por las actuaciones de las fuerzas de seguridad chilenas en medio de las manifestaciones, e hicieron público su planteo para suspender la COP 25 por la inestabilidad.
Extrema tensión
Hasta el momento, el Ministerio del Interior chileno contabilizó 20 muertos en el marco de las protestas. Según aquella cartera, basada en informes de Carabineros, 12 fallecimientos se habrían producido en incendios y saqueos, cinco por disparos en medio de operativos policiales y tres por atropellamientos, aunque todavía deben ser esclarecidas estas circunstancias.
A su vez, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) publicó el martes por la noche un conteo de 3.712 personas detenidas y 1.233 heridas, atendidas en hospitales. Hasta el momento, ese organismo presentó 138 acciones legales contra las fuerzas públicas por "vulneraciones de derechos humanos".
Las manifestaciones en Chile comenzaron el 17 de octubre, y persisten hasta hoy. Al comienzo, se trató de una respuesta al Gobierno de Piñera por intentar aumentar el precio del metro en Santiago, medida que debió cancelar. Sin embargo, las protestas dieron lugar para visibilizar históricos reclamos para modificar el sistema económico y lanzar una nueva Constitución, y las convocatorias se hicieron masivas.
Durante varias jornadas se vivió el estado de emergencia y el toque de queda por las noches en varias regiones, pero Piñera optó por cancelar esas disposiciones restrictivas. Como última medida, en medio de una gran reprobación ciudadana, anunció cambios en casi todo su Gabinete y nombró a nuevos ministros en carteras como Economía, Interior, Trabajo y Previsión Social, entre las más determinantes.