El Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC) del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile publicó este jueves en Twitter una infografía con los seis procedimientos que el protocolo de los carabineros establece para el mantenimiento del orden público durante manifestaciones.
Tras medio mes de protestas antigubernamentales en el país andino, ya se han contabilizado 23 muertos y más de 1.300 heridos, lo que está elevando voces de protesta en la clase política que cuestionan si realmente la policía antidisturbios actúan conforme a las normas establecidas. Estos son los puntos clave del reglamento oficial:
Técnicas de dispersión
En primer lugar, el protocolo establece que las manifestaciones son "legales" mientras "no generen daños a la propiedad y/o se agreda a la autoridad". Es decir, que los antidisturbios solo pueden hacer uso de su fuerza "de manera diferenciada y gradual" si la manifestación no está permitida por las autoridades para "detener infractores de ley o dispersar reuniones que afecten severamente la convivencia".
Asimismo, recuerda que el uso de la fuerza es "el último recurso" y debe ser limitado, por lo que insta a los carabineros a no actuar en caso de provocaciones verbales o gestuales por parte de los manifestantes. También aconseja que los vehículos de la Policía circulen con cuidado para "evitar colisiones, daños o atropellos".
En el caso de los cañones de agua, se recomienda emplearlos solo para disuadir grupos específicos de gente que desobedezcan las instrucciones policiales, evitando que esta acción "genere lesiones en las personas" contra las que va dirigida. En la misma línea, se indica que los gases lacrimógenos solo se usarán si el agua no ha dispersado a los manifestantes para "conseguir el objetivo visual y psicológico definido", prestando especial atención a si hay hospitales, colegios o guarderías cerca.
Armas de fuego
En cuanto al uso de porras solo se permite "para repeler una agresión" o "reducir atacantes identificados". Por último, el CESC recuerda que las armas de fuego, "medida extrema", solo pueden usarse si los cañones de agua y los gases lacrimógenos no cumplen con su cometido de restablecer el orden en las calles.
Por ello, se indica que solo deben usarse "en circunstancias excepcionales que supongan la existencia de un peligro inminente de muerte o de lesiones graves" para alguien, siempre teniendo en cuenta la distancia con la gente y si hay menores, mujeres o ancianos entre la muchedumbre. Además, señala que si alguien resulta herido a consecuencia de ello es obligatorio auxiliarlo y comunicar lo ocurrido al mando.
Varios parlamentarios y organismos han criticado la violencia por parte de los antidisturbios durante las protestas, ante la cantidad de víctimas mortales y heridos. Sin embrago, el jefe de los carabineros, Mario Rozas, ha salido al paso de las mismas afirmando que sus hombres cumplen el protocolo. "Lo hemos hecho bastante bien […] Se nos acusa de violación. Denunciemos el hecho, los protocolos son revisables y deben ser evaluados posteriormente".
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