En una derrota para el presidente Jair Bolsonaro, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el martes por la noche una versión con modificaciones y reducida del proyecto de ley sobre el porte y tenencia de armas propuesto en junio por el Ejecutivo.
Con 283 votos a favor, 140 en contra y dos abstenciones, los parlamentarios cerraron un acuerdo para votar una parte del proyecto que regula las normas de Coleccionistas, Tiradores deportivos y Cazadores (CACs), así como otros cambios que afectan a las penas de crímenes con armas.
En la propuesta, que debe ser analizada ahora por el Senado, eliminaron del texto la posibilidad de extender el porte a otras categorías como agentes ambientales o de tráfico y vigilantes, como el gobierno quería.
Los parlamentarios también aumentaron las penas previstas para los detenidos en posesión o portando armas de manera irregular y elevaron la pena por disparos de arma de fuego.
Este miércoles, el Ejecutivo deberá enviar un nuevo texto de ley a la Cámara para ser votado en un plazo de 45 días y en el que se abordará las categorías que tienen derecho a portar armas en el ejercicio de su profesión y otros puntos que quedaron fuera en la votación del martes.
Polémico decreto
El porte de armas es la autorización para llevar un arma fuera de casa, mientras que la posesión solo permite tenerla dentro de la vivienda.
La política armamentística de Bolsonaro, una de sus promesas de campaña, recibió desde el principio de su mandato el rechazo de buena parte del arco político de Brasil, así como también de parte del Poder Judicial y organismos de Derechos Humanos.
Las fuertes críticas y la falta de apoyo en el Congreso obligaron al presidente a revocar algunos de los decretos y añadir nuevas normativas en las que se elimnaron las principales cuestiones que generaron controversia. En los decretos iniciales se ampliaba el porte de armas a 20 categorías profesionales, entre ellos, camioneros, políticos o periodistas, y se flexibilizaba el acceso a munición de uso restrictivo.