Durante tres días consecutivos ha habido enfrentamientos entre seguidores y opositores a la reelección de Evo Morales en los alrededores de la sede de Gobierno en La Paz (Bolivia), en medio de la presión de la oposición para que renuncie.
La pasada noche, según La Razón, un grupo de mineros y de movimientos sociales que apoyan al mandatario boliviano se apostó en las cercanías de la plaza Murillo, donde se encuentra la Casa Grande del Pueblo, sede de la Presidencia, para impedir el ingreso de manifestantes opositores.
En medio de estas acciones, la Policía acordó la zona y dispersó a los manifestantes para evitar más choques entre ambos grupos debido a las detonaciones de pequeños explosivos. Tras estos enfrentamientos, ocho personas personas resultaron heridas.
Próximas acciones de los opositores
El presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, bastión opositor, Luis Fernando Camacho, ha anunciado que el próximo lunes habrán movilizaciones a la capital boliviana para entregarle a Morales una carta donde exige su renuncia.
Camacho, quien ha sido señalado de impulsar una "aventura golpista", trató de ingresar a La Paz a través del Aeropuerto Internacional El Alto para pedir la dimisión del presidente. Sin embargo, desistió debido a que a las afueras de la terminal aérea había un grupo de manifestantes que protestaban por su llegada.
Tanto el vicepresidente, Álvaro García Linera como el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, han denunciado acciones fascistas en contra de los seguidores de Morales y han pedido el cese de la violencia.
Detonante de las protestas
La tensión en Bolivia se desató luego de desarrollarse las elecciones presidenciales del 20 de octubre, cuando se difundían los resultados provisorios del escrutinio. En ese momento, se produjo un paraje momentáneo en la difusión de datos oficiales, mientras desde el oficialismo expresaban que se trataba de una situación normal. No obstante, desde la oposición, liderada por el entonces candidato a presidente y exmandatario Carlos Mesa, denunciaron "fraude electoral".
El referente del frente Comunidad Ciudadana (CC) consideró que el Ejecutivo realizó maniobras irregulares para evitar que se produzca un 'balotage'. No obstante, tras darse a conocer el conteo definitivo de la elección, se confirmó que Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS) y el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), había superado a su principal adversario por más de diez puntos: 47,08 % contra 36,51 %, evitando ir a una segunda vuelta, por poco margen. De hecho, aquel resultado fue ratificado el 25 de octubre por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
En el país andino se encuentran expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA) que realizan una auditoría de los resultados del cómputo de los elecciones. Se espera que se conozcan sus observaciones la semana entrante.
Sin embargo, Mesa, quien había manifestado previamente su desconfianza en la transparencia del proceso electoral, ha pedido la repetición de las elecciones sin Morales. A este señalamiento se han unido ocho de los nueve comités cívicos de varias provincias agrupados en Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade).