Familiares y amigos de las cinco personas fallecidas este viernes durante la brutal represión en Cochabamba, Bolivia, organizaron un velorio con los cuerpos de las víctimas en el sitio en donde murieron.
Pasadas las 21:30 (hora local), cientos de personas cargaron los ataúdes hasta el puente Huayllani, que une la ciudad de Sacabe con Cochabamba, para velar a los manifestantes muertos tras la violenta represión ejercida por las fuerzas de seguridad que responden al Gobierno de facto de la autoproclamada Jeanine Áñez.
"Áñez, asesina", gritaron las personas, mientras velaban los cuerpos en féretros que tenían la bandera wiphala, símbolo de los pueblos indígenas.
Los cientos de manifestantes exigieron justicia para los fallecidos. "¿Cuándo la queremos? Ahora, carajo", gritaron.
Testigos de la represión llevaron algunas de las balas usadas para matar a Omar Calle, César Cipe, Juan López, Emilio Colque y a otra persona que aún no ha sido identificada.
"¿Acaso a los militares no les da pena disparar a su propia gente?", cuestionó una mujer, agregando que lo que vive su país "no es democracia, es dictadura".
Violencia contra manifestantes
Más temprano, el Defensor del Pueblo de Cochabamba, Nelson Cox, confirmó a medios locales que los uniformados usaron armas de fuego contra los manifestantes.
"Los muertos son todos producto de armas de fuego", aseguró.
Tras la represión de las fuerzas de seguridad, que tuvo como objetivo impedir que los manifestantes llegaran a Cochabamba para manifestarse contra Áñez, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó "el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad" en esa ciudad.
"Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales", recordó la CIDH.
Por su parte, el presidente depuesto, Evo Morales, pidió a las Fuerzas Armadas de Bolivia y a la Policía Boliviana que "paren la masacre".
"El uniforme de las instituciones de la Patria no puede mancharse con la sangre de nuestro pueblo", tuiteó Morales desde su asilo en México.