La expresidenta de Chile y actual alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, anunció este sábado que, según datos de su oficina, al menos 17 personas han muerto en las protestas que estallaron en Bolivia tras la renuncia de Evo Morales y autoproclamación de la vicepresidenta segunda del Estado, Jeanine Áñez, como presidenta interina del país pese a la ausencia del quorum necesario. De las 17 muertes, 14 se produjeron en los últimos seis días, detalló Bachelet.
"Mientras que las primeras muertes se produjeron como resultado de enfrentamientos violentos entre manifestantes rivales, las más recientes parecen derivar de un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza por parte de personal policial o militar", agregó.
"Las acciones represivas avivarán más esa ira"
La exmandataria chilena advirtió que la situación en el país andino puede "salirse de control si las autoridades no la manejan cuidadosamente, de acuerdo con las normas y estándares internacionales que rigen el uso de la fuerza, y con un respeto pleno por los derechos humanos".
"En una situación como esta, las acciones represivas de parte de las autoridades simplemente avivarán más esa ira, y pueden poner en peligro cualquier camino de diálogo posible", señaló.
Bachelet instó a renunciar a la violencia a todas las partes involucradas, incluidos los manifestantes, y recordó que "todos los sectores tienen el derecho a hacer oír sus voces", un rasgo fundamental para un país democrático.