El presidente depuesto Evo Morales mencionó al Gobierno de España y al exmandatario español José Luis Rodriguez Zapatero para mediar entre las partes en Bolivia y lograr la pacificación.
En una entrevista a la agencia DPA en México, donde se encuentra desde hace una semana como asilado político, Morales destacó el "respeto" que siente hacia el expresidente español. "Por ejemplo, a Zapatero le tengo mucho respeto. Cuando él era presidente me dijo: ¿Evo, en qué te puedo ayudar? Y me ayudó incondicionalmente", relató.
Morales recordó que la mediación de España es "bienvenida" e "importante". "Los abuelos decían: España es madre patria. Su mediación es importante", aseveró, mientras citó también como otros posibles candidatos a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente de Francia, Emmanuel Macron.
El presidente depuesto añadió que todavía no se ha puesto en contacto con Jean Arnault, enviado especial de Naciones Unidas a Bolivia, organización a quien Morales ya "agradeció" su apoyo a través de las redes sociales.
"Mi gran deseo es que haya diálogo con mediadores", apuntó recientemente Morales en otra entrevista, en la que enfatizó que desearía formar parte de esas conversaciones.
Por el momento, la Conferencia Episcopal Boliviana junto a la Unión Europea y el enviado de ONU ya han iniciado un proceso de diálogo entre las partes.
20 muertos desde el golpe
Desde que Morales se vio obligado a renunciar, el pasado 10 de noviembre, se han contabilizado 20 muertos en Bolivia, según datos de la Defensoría del Pueblo. Nueve de ellos, según ha confirmado la autopsia de sus cadáveres, fallecieron el pasado viernes por disparos de la Policía durante una protesta en Cochabamba contra el Gobierno de facto.
El pasado fin de semana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó sobre un "grave decreto" que exime de "responsabilidad penal" a las Fuerzas Armadas cuando participan en "operativos de restablecimiento y estabilidad del orden interno".
En este contexto y en medio de denuncias por la brutal represión en las protestas, el Gobierno de facto aprobó la asignación de 34,7 millones de bolivianos (unos 5 millones de dólares) para mejorar el "equipamiento" de los militares.