Investigación concluye que fue un policía militar el que mató a la niña de 8 años cuyo caso conmocionó a Brasil
Una investigación de la Policía Civil de Río de Janeiro concluyó que un policía militar mató a Ágatha Félix, de 8 años, cuando viajaba de camino a casa junto a su madre en una camioneta el pasado mes de septiembre.
La menor se encontraba dentro de la combi en el Complejo de Alemao, un empobrecido conjunto de favelas de Río golpeado por la violencia, cuando le dispararon en la espalda. Fue trasladada al hospital, pero no sobrevivió.
La investigación realizada se ha basado, según recoge la prensa local, en testimonios de oficiales de la Policía Militar (PM) presentes en la escena del crimen y otros testigos, en análisis de expertos y una reproducción simulada realizada a principios de octubre.
Esa reconstrucción de los hechos demostró que hubo un "error de ejecución" por parte del agente, quien disparó a "dos traficantes que pasaban en una moto", pero la bala rebotó y alcanzó a Ágatha. La investigación también apunta que el agente pudo confundir una ventana de aluminio cargada por el hombre que iba en la parte de atrás de la moto con un arma. La PM informó que el agente ha sido apartado de sus actividades.
Seis niños muertos
Según la ONG Rio de Paz, seis niños han muerto por balas perdidas en Río de Janeiro en lo que va de año. La muerte de Ágatha desató varias protestas contra el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, quien desde que llegó en 2018 al poder ha endurecido las políticas de seguridad –defiende el uso de francotiradores y helicópteros– en las operaciones policiales contra el crimen, a pesar del alto riesgo que estas medidas suponen para la población.
Si bien el número total de muertes violentas en Brasil disminuyó el año pasado un 10,4 %, respecto al año anterior, al alcanzar las 57.341 fallecidos, 6.220 personas fallecieron en acciones policiales (+19,6 %). El Foro Brasileño de Seguridad Pública estima que 23 de cada 100 muertes violentas intencionadas fueron provocadas por la Policía.
Tan solo en Río, entre enero y agosto de 2019 hubo 1.249 (+16%) muertos en operaciones policiales, según el Instituto de Seguridad Pública (ISP) de Río de Janeiro. Mientras, 343 policías fallecieron en 2018, y un 75 % fuera de servicio.