El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, rechazó este 4 de diciembre las sanciones de EE.UU. contra unos buques petroleros de la venezolana PDVSA, que transportaban crudo a la isla.
"No acatamos sanciones, amenazas, ni las calumnias y amenazas del Gobierno de Estados Unidos, quien junto a las oligarquías reaccionarias son los principales responsables de la peligrosa convulsión e inestabilidad en nuestra región", declaró el mandatario a través de su cuenta en Twitter.
Por su parte, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, condenó las restricciones de EE.UU. y las calificó de "prácticas gansteriles de amenaza y castigo contra relaciones comerciales legítimas entre Estados soberanos". "Denuncio nuevas acciones ilícitas no convencionales del Gobierno de EE.UU. dirigidas a privar a Cuba del suministro de petróleo", reiteró en su cuenta de Twitter.
Los buques sancionados son el tanquero de bandera panameña Ícaro y los de bandera venezolana Luisa Cáceres de Arismendi, Manuela Sáenz, Paramaconi, Terepaima y Yare.
El Departamento del Tesoro afirmó este martes que dichos petroleros transportaban crudo a Cuba e indicó que Caracas y La Habana han eludido sanciones anteriores impuestas por EE.UU. al "cambiarles los nombres a las embarcaciones". "La acción de hoy apunta más a la corrupción del antiguo régimen de (Nicolás) Maduro en el sector petrolero y los mecanismos utilizados para transportar petróleo al régimen cubano a cambio de asistencia en seguridad e inteligencia", reza el comunicado.