El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el reconocimiento de EE.UU. a "los principios de cooperación para el desarrollo y la no intervención", son un signo positivo para que ambos países puedan "trabajar juntos".
Así lo manifestó el mandatario tras recibir en Palacio Nacional al procurador general de EE.UU., William Barr, quien llegó a México por invitación de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con el fin de encontrar puntos de coincidencia para diseñar una estrategia bilateral de combate al narcotráfico.
"Buena reunión con el fiscal general de EE.UU., William Barr. Como abogado comprende que nuestra Constitución nos obliga a ceñirnos a los principios de cooperación para el desarrollo y a la no intervención en política exterior. De este modo siempre podremos trabajar juntos", dijo López Obrador, a través de un mensaje difundido en redes.
Horas antes de esa reunión, López Obrador adelantó que revisarían la estrategia conjunta, no solo para erradicar la violencia de los cárteles de la droga, sino para impedir el tráfico de armas y dinero en efectivo que ingresan a México desde EE.UU.
Antes de encontrarse con el mandatario, Barr asistió a otra reunión con su homólogo, Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República para abordar los mismos temas.
Por su parte, la cancillería mexicana, a donde el fiscal acudió tras reunirse con López Obrador, informó que en el encuentro con el titular de la dependencia se intercambiaron puntos de vista, de forma cordial y respetuosa, sobre las prioridades en materia de seguridad para ambos países.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard y Barr abordaron también la cooperación en materia de tráfico de armas, lavado de dinero, trasiego internacional de drogas y cómo hacer frente en conjunto al crimen transnacional y al tráfico internacional de drogas.
En dicha reunión participaron también el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, y el titular de la Marina, Rafael Ojeda Durán.
En este sentido, el analista internacional Benjamín Prado opina que EE.UU. está buscando cualquier excusa para controlar militarmente a México, sabiendo incluso que son responsables de que las armas acaben en manos de grupos del crimen organizado.
Desencuentro diplomático
La visita del procurador de EE.UU. a México se produjo después de semanas de tensión diplomática por el asesinato de 3 mujeres y 6 niños de la familia LeBarón, quienes contaban con doble nacionalidad mexicana-estadounidense, ocurrida el pasado 4 de noviembre en Bavispe, Sonora, a manos de bandas criminales.
El pasado 26 de noviembre, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo en una entrevista que llevaba 90 días trabajando en una iniciativa de reforma de ley para declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Esa medida daría facultades, de acuerdo a la legislación estadounidense, para que Washington pueda intervenir militarmente y de manera directa en territorio mexicano.
La postura generó tensiones diplomáticas, luego de que el Gobierno de México reconociera públicamente que "jamás aceptaría" una legislación como esa, porque podría debilitar la relación bilateral entre ambos países.
La declaración de Trump se produjo en medio de una batalla político electoral contra el Partido Demócrata, que ha iniciado un juicio político para tratar de destituir al presidente estadounidense por un presunto acto de "traición a la patria", tras condicionar el apoyo económico al Gobierno de Ucrania a cambio de su colaboración para investigar al hijo de un rival político del magnate neoyorquino.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!