EE.UU. lo tiene todo a punto para reconocer a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, pero de momento no aplicará la medida por petición del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha declarado el 6 de diciembre su homólogo estadounidense, Donald Trump.
"Se ha completado todo el trabajo necesario para declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Legalmente estamos listos para hacerlo", señaló el inquilino de la Casa Blanca.
"Sin embargo, a petición de un hombre que me gusta y a quien respeto, y que ha trabajado tan bien con nosotros, el presidente Andrés Manuel López Obrador, retrasaremos temporalmente esta designación y aumentaremos nuestros esfuerzos conjuntos para tratar de manera decisiva con estas organizaciones violentas y en constante crecimiento", agregó.
"Fue muy buena la decisión"
Por su parte, López Obrador ha alabado la decisión de Trump.
"Quiero agregar […] una opinión sobre lo que escribió el presidente Donald Trump en su tuit. […] Celebro que haya tomado en cuenta nuestra opinión porque debemos de trabajar, como él lo expresa, de manera coordinada […], con respeto a nuestras soberanías, cooperación, sin intervencionismo", se expresó López Obrador.
"Creo que fue muy buena la decisión que tomó el día de hoy", agregó.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, también elogió las declaraciones de Trump.
"A nombre del Gobierno de México agradezco la decisión del presidente Donald Trump de postergar la designación de organizaciones como terroristas a petición del presidente López Obrador, quien también le respeta y aprecia. Ganó la cooperación y habrá buenos resultados", tuiteó Ebrard.
Cuestión de soberanía
Trump se pronunció por primera vez a favor de denominar los cárteles mexicanos organizaciones terroristas a finales de noviembre. Esa declaración estuvo precedida por el asesinato de una familia entre los estados fronterizos de Sonora y Chihuahua, en el norte de México, a principios del mes pasado.
Por su parte, López Obrador señaló que no permitirá la injerencia extranjera en su país en caso de que EE.UU. catalogue a los narcotraficantes como terroristas.
El 5 de diciembre, el mandatario mexicano recibió al procurador general de EE.UU., William Barr, en el Palacio Nacional. Caracterizó positivamente la reunión e indicó que EE.UU. reconoce "los principios de cooperación para el desarrollo y la no intervención". Al día siguiente, negó que existiera una confrontación con su homólogo estadounidense y afirmó que "hay entendimiento, hay respeto" en las relaciones bilaterales de ambos países.
Según el periodista Roberto Quesada, amenazar con una medida y después retroceder es una estrategia de Trump para sacar ventajas en negociaciones.
"No la hemos visto solo en México, sino […] en muchos países e internamente también: primero decir una cosa, después retroceder, renegociar, pero él ya lleva la ventaja […] de que ya asustó al oponente", explicó Quesada a RT.